Noches de Insomnio

I

Afuera hace frío y todo está en silencio.
El café que acabo de preparar se enfría sobre mi escritorio mientras observo a mis peces nadar y dar vueltas. Se ven tan felices.
Mamá llamó diez veces pero no la atendí, es tarde y no quiero escucharla reprochandome.
Tan solo necesito dormir.

Una luz transpasa mis cortinas color azul marino y un ruido abismal me despierta. Es la alarma, son las 7 a.m.
Mi último primer día de secundaria, es increíble que haya pasado tan rápido.
Me levanto dando manotazos a la pared intentando prender la luz.
Me coloco mi ropa y mis Converse color negras.
Estoy solo en casa, mi madre no está, por lo tanto no hay nadie que me obligue a desayunar.
Es algo tarde así que tomo mi mochila y salgo.
La escuela está a unas ocho cuadras de casa, pero aún así tomo el autobus, es el primer día, está lloviendo y estoy demasiado dormido como para ir caminando.

El único lugar que logro encontrar es al lado de una chica que no parece muy normal.
Tiene el cabello castaño, es delgada, tiene unos jeans gastados y una campera de algodón blanca combinando con sus Converse blancas.
(Oh, y los auriculares que lleva puestos también son blancos.)

-¿Puedo? -Digo señalando el asiento vacío a su lado.

Sólo asintiente y continua mirando por la ventana dramáticamente como si estuviera en un video musical.

-Eres nueva, ¿verdad? -Le pregunto intentando ser amigable.
Nuevamente asiente y mira sus manos.
¿Por qué mira sus manos?

-Ya entendí que no eres de hablar

Y nada. No me dijo nada. Ni siquiera un gesto, así que pienso que tal vez estoy siendo demasiado pesado y debería dejarla tranquila.