Eres mio?

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Un día antes de partir.

Ya tienes todo listo?- miro su maleta encima de la cama, donde parecía que necesitaría doble seguro para encerrar todo lo que había metido dentro de ella.

-Todo lo básico, si pudiera llevaría todo mi armario, o quizás....

-Ni lo creas, no soy mula de carga cielo con una maleta basta, aparte allá tendrás todo lo que tu desees, ropa, perfumes y toda esas cosas que las mujeres usan.- hacia señas con la mano eso hacía que luna se riera.

-Lo siento, amo vestirme bien aún que vaya a la esquina, a mi estilo pero lo hago una mujer bien elegante.- le guiño el ojo

-Ok, ok pero solo una maleta por favor.

Luna refunfuño. -OK! Ya no me queda de otra.

Dank la tomo de la mano, dándole una vuelta de baile la ajusto a su pecho, susurrándole al oído - Mi querida Reyna, quisiera llevarla primero conmigo antes de partir, me haría el gran favor de salir conmigo una vez más.

A luna parece que se le iba a romper, la mandíbula de sonreír, amaba a este hombre, en poco tiempo se había encajado en su piel, amaba sus detalles, no los regalos, si nos sus acciones, sus palabras, solo eso la hacía sentir única, pero también la sorprendía que siendo ella tenía a este hombre hermoso, casi forjado por las manos de Dios, pues era inmensamente bello, se dejó llevar por sus pensamientos y solo pensó que lo amaba.

Él se voltio a verla, -Que has dicho?-

Luna lo miro de reojo subiendo la ceja, - yo nada, por qué?-

Le sonrió,- por favor luna, -se veía dolido,-acabas de decir que me amabas-

Al parecer había pensado en voz fuerte, se atraganto con su propia saliva, y se le subió el color a la cara, maldijo en voz baja.

-Entonces, me amas?- ahora estaba serio, porque se le salía ese tipo de cosas, por qué?.

Dank(Atherion)

Se veía, tan hermosa así cohibida, dios quisiera besarla ahora, tartamudeaba, la ponía nerviosa y se veía encantadora, aparte esperaba su respuesta, necesitaba que me lo digiera directamente, anhelaba que lo hiciera.

-Yo.....- jugaba con sus manos- Si lo hago.

Que haces que nena? La mire incitándola a que me lo digiera.

-Yo te amo, pero no sé si tú me quieras de la misma manera- oh no iba a dejar que llorara, las mujeres siempre se precipitan a sacar conclusiones; La jale por la cintura y la pegue a mi cuerpo, eso la sorprendió, últimamente tenía más confianza en mí para hacer este tipo de cosas, a veces se me olvidaba que era Ella la próxima gobernante del imperio en el que nací, pero mandaba todo a la porra; y hoy no sería la excepción, la bese lo que empezó con un beso profundo y atrevido, termino en uno voraz, necesitaba más de ella, mucho más, su respiración, sus labios, sus compañías, cuando me cantaba hasta quedarnos dormidos en su cama, La amaba sí. Lo hacía, y también tenía miedo de lo que podría cambiar después, cuando asumiera el trono, me no quiero pensar ahora en eso, ahora somos ella y yo, nadie más.

Le susurre al oído-Yo también te amo- me miro por unos pocos segundos y me beso ahora ella me besaba, por primera vez después de perder a mis padres, me sentía el hombre más amado en el mundo, haría feliz a esta mujer, ella me hacía feliz.

-Ahora pequeña vamos a salir, y no quiero un no por respuesta.

-Está bien, pero me tengo que cambiar- amaba esa sonrisa.

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