Le bese, le bese muy fuerte.
El no se apartó, es mas, lo continuó, y yo... yo no quería separarme de él.
Cuando ya no podía respirar me separe, lentamente. Lo miré, se mordía el labio y yo estaba desconcertada, no sabía que me había pasado...
- Vamos, ven conmigo, ¿vale?- dijo, no aparto la vista de mi.
- ¿A donde?- aún después de besarle, de que el me viera llorando... Yo no dejaría de ser borde tan facilmente.
- ¿Piensas seguir siendo borde?
- ¿Que coño?, me lees la mente o que te pasa- me dio la risa, chiquita estampa, en ese momento pensé en como me vería el desde fuera, me sacaba dos cabezas, yo estaba con un pantalón corto con rotos y una blusa de tirantes negra, debía parecer una retrasada, pero a el parecia no importarle.
-No te leo nada, solo que aún después de todo me sigues tratando como una borde cajera de supermercado.
-Tu eres el que ha continuado el beso... Sabias que yo podía seguir siendo borde, te has arriesgado eh- y le guiñe un ojo.
-Ves, eres mas guapa cuando te pones en mi contra.
Nos reímos a la vez.
-¿Vienes o no María?
-Dime a donde-dije
- A un sitio boba- me agarró de la muñeca y jalo de mi brazo
- Ey! Suelta!!- no se como pero ya me daba igual, solo quería alejarme de la casa de mi tía.
Acabamos en un bar, le conté todo y el me dio su opinión, aveces se me rallaban los ojos y no se como pero en esos momentos el decía algo gracioso, como para no verme llorar...
Eran las 3 de la mañana.
-Óscar, mañana trabajo
-Ostias. ¡Mira la hora que es!
-¿Que es, que te espera tu novia?- fue un comentario inesperado, yo le había besado sin saber ni siquiera si estaba... yo que se... Libre.
-María.
-Solo quiero saber si tienes novia.
-No, no tengo. Y no creo tener pinta de ser un cabrón que se va a un bar con otra teniendo piva.- se levanto y empezó a caminar hacia la puerta.
En ese momento sabia que la había cagado... Corrí.
Corrí hacia la puerta, y me planté delante.
-¿Que coño haces María? Aparta anda...
-Eres a él primer chico que beso yo. Eso segurame se algo especial ¿no crees?
- Parece que no. Si no, no creerias que tengo novia.
En ese momento no sabia lo que hacer. Asi que empece a hablar de lo primero que de me ocurrió.
- Alto, guapo, inteligente, fuerte, chulito, increíblemente seductor... Claro que creí que tenias novia.
Ahora fue el el que me beso.
- De verdad que no se como lo haces, cajera...eres extremadamente sexy.- me guiño un ojo. Óscar era un chico alto, castaño, moreno de piel, ojos negros, sonrisa perfecta... mi tipo, lo que yo alguna que otra vez había dicho que sería mi chico ideal.
- Primero; no me llames cajera, segundo; aquí yo no soy la sexy.
- Vale, cajera- sonrió.
Le di un golpe en el brazo y puse cara de enfadada.
Volvimos a besarnos.