El chico del colegio

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Habían pasado ya unos años desde aquel repentino encuentro con mi primo, estaba yo un poco mayor, pero seguía sintiendo la misma atracción por los chicos, un día recuerdo haber llegado a un colegio como uno mas de los alumnos nuevos, que ingresaban, de repente conocí a un muchacho rubio y delgado era bastante lindo de cara su nombre era Franco, desde que lo vi sentí algo que me atrajo por el, no se que sería pero de verdad la atracción era indescriptible, hacíamos los grupos para las exposiciones juntos y con otras dos amigas nuestras del salón, en los exámenes nos pasábamos las respuestas bajo la mesa, compartíamos cosas, en poco tiempo llegamos a tener lo que parecía ser una hermosa y duradera amistad.
Un día como de costumbre salíamos de clase todos en grupo y fuimos a comprarnos unos helados, hablábamos sobre la próxima exposición en la materia de biología que se nos presentaría la semana que viene, en esta ocación solo podía ser en parejas el trabajo y así que nos pusimos de acuerdo para hacer esa tarea él y yo. Cuadrados en vernos en mi casa, pero el dijo que no podía da!ir de su casa debido a que tenia que limpiar lavar la ropa así que le dije, esta bien nos veremos en tu casa a las 3 de la tarde, yo compraría la lamina de papel para hacer la exposición y luego subiría hasta su casa.
Esa tarde me arregle, me coloque la mejor ropa que tenia en el closet, y de entre mis variados zapatos escogí los mas nuevos, use el perfume que me habían comprado mis padres en navidad del año pasado, estaba nervioso, estaríamos solos en su casa, posiblemente en su cuarto y no se cuantas cosas podrían pasaren ese sitio, bueno aunque principalmente estábamos era dispuestos a estudiar, yo aunque tenia mis sospechas con respecto a él, no podía decirque de verdad tuviera algo claro con respecto a si yo le gustaba, así queso no se me insinúa o algo por el estilo tendré que abandonar toda esperanza, no obstante eso significa que yo no me vaya a insinuar a él, tratare de seducirlo, pensé, y si me responde bien tal vez ocurra algo entre él y yo. Termine de vestirme, salí corriendo de mi casa y pase por una librería a comprar la lamina de papel, también por si acaso compré un marcador negro, llevaba también en mi bolso una crema de manos, que serviría como crema lubricante, digo en caso de que de verdad suceda algo entre Franco y yo. Al salir del lugar me dirigí directamente a su casa, el corazón palpitaba con velocidad, el nerviosismo me tenía tenso,pero a su vez emocionado, estaría en su casa, pero en fin me trate de relajar un poco, al llegar a la dirección le toque la puerta, no salía, le toque el timbre de su casa pero no salía, me parecio extraño, ya eran las tres de la tarde, le llame a su celular, sonaba y sonaba pero no lo agarraba, de pronto sentí un sonido de algo moviéndose, volteo y escucho la puerta tras de mí, era Franco con la puerta entre abierta, me dijo, entra rápido, ya los vecinos no están, me pareció extraño, pero no le preste mucha atención al asunto, entré en su casa, de inmediato me percate del olor tan intenso a incienso que se expandía a lo largo de la casa, también noté la oscuridad del espacio, le pregunté, que has hecho? Él me respondió, lavar, limpiar la casa y preparando todo, yo me quedé pensativo un instante, le pregunté, donde haremos el trabajo? Él respondió, en mi habitación, mi corazón se acelero, sentí sudar frío en aquel instante cuando lo escuche, tan solo pensar estar juntos en su habitación, en aquel lugar tan oscuro y con ese olor a incienso que impregnaba la casa, su habitación se encontraba en el segundo piso, así que me invitó a subir, al llegar note que tenia una mesita de noche con una de esas velas aromáticas, me pareció sensual a su vez un poco extraño pero trate de no prestarle mucha atención a varias cosas en ese lugar, me sorprendí que no tenia un escritorio o un sitio para hacer la lámina, yo le dije, en donde piensas que haremos la lámina? El me respondió, notengo escritorio, la podrías extender por el suelo. Agarre una cinta adesciva que tenia en su mesita de noche para sujetar la lamina al piso, me puse en cuatro para hacerlo, note que se me quedó viendo, levante un poco mas las nalgas para notar su reacción, él continuaba viéndome fijamente al trasero, me di cuenta qué le gustaba, me hecho un poco hacia atrás, acercándole a él, en esa posición, mientras colocaba la lamina sobre el suelo y la desenrollaba a su vez, él inmóvil detrás de mí se le sentía un leve nerviosismo, de repente siento como que se va acercando a mi trasero, un leve roce de la entrepierna de su pantalón en mi trasero, fue señal de alerta para mi, me levante y me voltie para quedar justo frente a él, lo vi cara a cara, y se me fue acercando a los labios, como quien se prepara dar un beso, así fue, el me besó, nos besamos apasionadamente, debo admitir que es un gran besador, me acaricio y sus manos recorrían mi espalda, yo lo tocaba, y continuaba besándolo, me encantaban sus labios, era como el tesoro,el paraíso que tanto deseé, mis manos entraron bajo su camisa, se la fui subiendo poco a poco, hasta que logre quitársela, el me seguía besando, de repente me agarro con fuerza me quitó la camisa y eso me gustó de tal modo que sentí surgir mi lado salvaje, le bese el cuello, la orejas, el pecho, el abdomen y fui bajando hasta que me encontré de camino su pantalón, él me miraba con cara de morbo, algo sádico pero atractivo, se abrió el pantalón y dejo ver su ropa interior azul marino, me enloqueció y comencé a besar por los al rededores de su interior azul marino, el me agarró por el cabello con una mano y con la otra se bajó el interior, sacando su grueso y jugoso pene, no lo podía lo tenia frente a mi cara, el se me vino hacia adelante y paso su miembro por toda mi cara, sentí como ricas y eróticas bofetadas con su pene me daban en el rostro, era la gloria, abrí mi boca y entró su pene en ella, debo admitir que su sabor no era tan apetitoso, un tanto salado, un tanto amargo, pero en mi excitación tan ardiente, repentina y exagerada me valió lo mismo, eso era lo que tanto deseaba, con mi lengua le masajie todo el miembro, su cabeza la disfrute dentro de mi boca, era una rica sensación, me desabotone el pantalón y me lo bajé, me quite los zapatos y quede en bóxer, el me levantó y me lanzo en la cama, que seriedad y ferocidad la de aquel instante, se me abalanzó encima y me beso de manera brutal, con rebeldía, con algo sin descripción exacta, tomándole las manos me hizo prisionero del instante en el que me encontraba con él en su habitación, me seguía besando y su lengua era maravillosan dentro de mi boca, esa lengua de dioses, sabor exquisito, se quito todo el pantalón y toda prenda que llevaba encima, por primera vez logré ver su cuerpo en total desnudez, si bien, no era perfecto, era bastante atractivo, pero no solo fue su físico, seguí besándolo hasta que el decidió llevar su pene hasta mi boca para continuar haciéndole sexo oral por largo rato, comenzaba a sentir su líquido preseminal en mi lengua eso me excitaba demasiado, no obstante, su sabor no me parecía tan placentero. Me encontraba yo de pronto succionando su pene cuando de repente con agresividad lo saca de mi boca, me levanta las piernas y arremete rígidamente en mi trasero, me embestía con fuerzas, mi pene se encontraba ardiendo del placer tanto que comencé a a ayacular progresivamente mientras él me embestía cada vez mas a prisa, hasta llegar al momento en que de pronto paró, era señal de que había terminado de eyacular, la pasamos muy bien, nos acostamos un rato a descansar, luego me vestí, hicimos la tarea de la exposición y luego fui a mi casa.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2015 ⏰

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