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Capítulo 1: "¡Las manzanas no vuelan!"

—Isa...Isa...pierta...¡Despierta!, ya va a llegar el profesor de ética, ¡venga ya despabila! — eso era lo que me decía mi compañera y mejor amiga Taylor, una morena simpática pero terca como una mula sin dejar de mencionar lo drama queen que puede ser.

Bien pues supongo que me presento ahora: me llamo Isabel Brown, tengo 21 años, soy una estudiante de derecho en la Universidad Brindtmore de Nueva Jersey, un tanto reservada pero si tengo algo que decir lo digo simplemente, no me gusta darle vueltas a las cosas. Mi personalidad sarcástica varía dependiendo del trato que reciba, puedo ser dulce como corderito o desafiante como el lobo feroz...ya se darán cuenta pronto.

Eran las 7:00 am. Dirán «oh que chica más perezosa» «¿cómo puede dormir a tales horas por la mañana?» tal cual se referiría cualquier profesor que me viera ahora mismo en la universidad. Les diré mi secreto:...resuelvo casos de cualquier índole en la noche desde mi ordenador pero shhh! esto va en contra de las normas. Pero eso de andar haciendo de Sherlock Holmes-Casos de familia en la noche, hacen que tenga una increíble, preciosa y deslumbrante máscara debajo de mis párpados tal cual mapache, a veces creo que me van a contratar para hacer cosplay de los extras de la serie Walking Dead.

Se escuchaban voces al final del aula por lo que se anunciaba la llegada del profesor y así fue, la clase quedo silencio y lo único que se escuchaba eran los pasos y rechinidos de unos zapatos deportivos que cada vez se hacían más sonoros.

—Buenos días—interrumpe la grave voz del profesor.

—Primero que nada mi nombre es Peter Souza y no seré el profesor agua fiestas que quizás pensarán que soy, quisiera hacer una dinámica de inicio de clases pero necesitaré a dos voluntarios primero—Continúa.

Se levantan dos muchachos para proceder con dicha actividad y al acercarse lentamente al profesor éste golpea a uno de los muchachos llevándolo directo al suelo...Nadie había entendido lo que acababa de pasar y se observaban un par de caras sorpresivas. Obviamente el chico de al lado se queda en estado de shock y no sabe qué hacer.

Dicho silencio es irrumpido por el profesor, dirigiéndose al ser que ahora respira entrecortadamente —Dígame joven, ¿por qué no ha hecho nada?—el muchacho se veía en un estado de confusión y con gravedad pudo lograr decir «Porque Ud. es el profesor y no puedo defenderme ya que sería una infracción de mi parte».

Yo observo todo el panorama desde la segunda fila y me quedo analizando la situación. El profesor se dirige esta vez a todos los estudiantes: —Óiganme bien, este hecho de hace rato ¿cómo lo catalogarían?—...silencio sepulcral en el aula, cosa que lleva a terminar al Sr. Souza con su monólogo—Miren, esta clase de situación fue un hecho no ético porque ataqué a un estudiante sin ninguna razón, quizás es porque estoy estresado por mi trabajo, me han robado o mi esposa ahora se esté divorciando de mí y solo quería descargarlo todo...gracias a Dios y ninguno de éstos es mi caso—esta vez se escuchan un par de risas entre algunos de mis compañeros—pero deben aprender a defender sus derechos y puesto ante cualquiera que quiera violar estos principios así se trate de un profesor como yo.

—Se aclara la garganta—Ahora les pido que alguien traiga a la enfermera por favor, esto pobre chico necesita descansar esa nariz.

El Sr. Souza continúa con su clase ya más calmada y sin tanta violencia mientras yo garabateo la situación en mi cuaderno...si tal cual, yo no tomo nota sino que todo lo ilustro como si fuera una escriba egipcia para estudiar sin quedarme dormida, además ¡es genial! lo grabo rápidamente en mi memoria y cualquier espía que desee acceder saldrá con dolor de cabeza segurito.