Logan P.O.V:
Sentía pequeños movimientos a mi lado en la cama, luego, un puño en la nuca. Eso me hizo gritar de dolor, me levanté rápidamente. Gran error. Me eché de nuevo en la cama por la resaca, consecuencia de a noche. Miré a mi lado lentamente, Kendall estaba sudada y gruñendo. Me comencé a revolcar debido a la desesperación. Kendall se levantó de repente pero ella fue más fuerte y se quedó sentada con las manos en la cabeza. Gruñó.
—¿Qué mierdas? —murmuró al verme.
—¿Qué? —pregunté levantándome con dificultad y sentándome.
—¡Tú cara! —escupió y me haló de la cama. Me puso frente al espejo de su habitación que era de cuerpo completo. Mi. Cara. Shit. De. La. Shit.
—¿Cómo ocurrió esta mierda? —casi grité señalando el pene dibujado en mi cara, al lado de mi boca, como si estuviera entrando en ella. Y me arrepentí al instante, maldita resaca.
—¿¡Cómo quieres que yo lo sepa!? —gritó. Cosa que nos afectó a ambas. Nos sobamos las cabezas.
Luego de tomarnos unas pastillas para la resaca, del aseo personal y de bañarnos, bajamos al comedor a desayunar. Se escuchaban las voces de nuestros padres allí.
Estaban hablando sobre el tema del internado.
—¡Ya estoy cansado de que ellas hagan alguna broma, vengan casi inconscientes de la borrachera! —gritó papá, que se le oía bien enojado— Ellas van a ir directamente al internado.
Kendall y yo seguíamos arriba escuchando la conversación de nuestros padres.
—Pero, ni siquiera están en la segunda semana de escuela y ya las mandaran a un internado, como que me recuerda a alguién —dijo mamá.
—Sin duda son hijas mías —dijo papá.
Una semana después.
Kendall caminaba súper lento, como si eso fuera a cambiar todo esto. Aquí estábamos. Frente al maldito internado de mierda. Bufé y halé a Kendall para que caminara más rápido. Ella rodó los ojos y alcanzamos a nuestro padre, que hablaba por celular con alguien, me imagino que con mamá. La puerta del internado se abrió, miramos hacia allí. Una vieja canosa salía mientras caminaba como una modelo de Victoria's Secret. Papá colgó el celular al instante.
—¡Oh Jonh! —saludó a mi padre con acento italiano/portugués/inglés y le dio dos besos. Luego nos miró de arriba abajo —Serán un caso fácil —le dijo a mi padre, quien soltó una carcajada.
—No, créeme que no lo serán. Al menos no como lo fui yo —dijo nuestro padre sobando el hombro de Kendall. Quien me miró, tratando de preguntarme algo con la mirada. Me encogí de hombros.
—Yo sé lidiar con gente como... —se acercó a nosotras, nos miró fijamente. Yo la miré igual, Kendall le puso cara de Bitch.
—¿Qué nos miras? No somos espejos para que mires lo fea que eres -le preguntó Kendall, haciendo que mi seriedad se fuera al demonio y que explotara en risas. Chocamos puños y yo puse mi codo en el hombro izquierdo de Kendall —Continúe su frase —la vieja se giró hacia nuestro padre.
—Sé lidiar con chicas idiotas como ellas —dijo sonriente y con sus acentos mezclados. Rodamos los ojos.
—¡Qué tenga usted suerte! —le dijo mi padre riendo.
—La tendré. No se imagina cuánto —nos miró, nosotras nos pusimos "serias".
—Esa perra tendrá muchos problemas, pero muchoooooos —dije.
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Badasses
Teen FictionLa adrenalina y carácter esta en la sangre de estas dos chicas, y nadie ni nada se las podrá quitar.