Siete días con ella

Día 2

Despierto, unos brazos muy conocidos para mí me sostienen. Le doy un suave beso en la nariz y Max hace una mueca pero sonríe y abre los ojos.

-Buenos días princesa -dice y bosteza, sonrío- ¿qué tal dormiste?

-Buenos días amor -le doy un beso en la mejilla- dormí muy pero muy bien, hace mucho que no dormía tan bien.

-Me alegro princesa -se despereza- ¿cuál es el plan para hoy? Por cierto, ¿no trabajas hoy?

-¿Tú qué tal dormiste? -me siento- el plan, pues planeaba ir a el parque Chapultepec un rato ya tiene tiempo que no vamos, después ir a comer con tu mamá de ahí al cine y por último quiero llevarte a un lugar nuevo que conocí, venden una bebidas muy ricas.

-Yo dormí perfectamente -se sienta a mi lado y me revuelve el cabello- evadiste mi última pregunta Rose, pero me parece bien el plan, aunque no quisiera ir a comer con mi mamá mi tiempo es para ti.

-No la evadí, olvide responderla -me defiendo- pero adelante mi trabajo así que tengo está semana libre sólo para ti bebé y Max, cariño sé que no quisieras comer con tu mamá pero ella también te echó de menos ¿sabes?

-Ya entiendo, por eso anduviste muy ocupada el último mes -me sonrojo, me ha pillado- sé que me echó de menos pero quiero aprovechar cada minuto, cada segundo, cada día junto a ti.

-Si, no quería decirte porque seguro dirías que no podía cargarme así y tus típicos sermones y pues no serían adecuados para el momento -sonrío al recordar sus últimas palabras- demasiado cursi para mí señor Valentine.

-Tan bien me conoces Rose, pero agradezco poder tenerte sólo para mi está semana -me abraza- ¿entonces soy demasiado cursi para usted señorita Rose?

-Sólo para ti. Y si, es demasiado cursi pero quiero que este a mi lado por siempre junto con ese lado cursi por favor.

-La cursi ha sido otra -suelta una carcajada- ¿nos damos un baño?

-Eh no, bañate tú primero, tengo que bajar a hacer unas cosas primero.

-¿Qué cosas?

-Es una sorpresa.

En cuanto veo que Max se ha metido a la ducha me paro de la cama tomo unos pants de mi novio y una de sus playeras para dormir, me pongo mis frogs moradas y bajo a la recepción del hotel.
Cuando llego, busco con la mirada al gerente y lo visualizo en una esquina hablando por teléfono, al sentirse observado voltea hacia mi y me sonríe, me hace una seña para que lo espere, yo asiento pero debo darme prisa, Max sólo demora quince minutos en bañarse.
Después de lo que parece una eternidad el gerente se acerca.

-Señorita Rose, buenos días -me lanza una sonrisa coqueta.
-Buenos días Flynn -le sonrío- disculpa que te moleste, sé que has de estar muy ocupado. Pero necesito un favor -hago una pausa, pero después de cinco segundo continúo- quería saber si podrías hacer que arreglen la habitación del señor Valentine para mañana.
-¿Arreglarla? -pregunta curioso- supongo que si, ¿cómo quieres que la arreglemos?
-Quiero que la arreglen de una manera romántica, pero no cursi, algo casual pero a la vez sorprenderte. Si pudieran poner una fuente de chocolate y cerezas se los agradeceré. Y...
-¿Y? -me mira expectante, ha ido anotando todo.
-Y quiero que entre las cerezas pongan esto -le tiendo una cajita roja de terciopelo.
-¿Lo ponemos con todo y caja?
-Si, ah, también que haya vino tinto por favor.
-¿Alguno de preferencia?
-Eso te lo dejo a ti, tú sabes más de vinos.
-Bien -sonríe- ¿algo más?
-No, bueno sólo que el señor Valentine no se entere. Y si se puede que eso este para las seis de la tarde.
-Lo siento, será hasta las siete y media.
-Bien, gracias Flynn.
-Hasta luego señorita Rose.