Inesperado

Capítulo 17

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- Richard! - le grité - Richard! - se voltea y me mira.

- Charlott! - me saluda desde lejos - No! No avances! - puso cara de terror, me asuste y paré para ver por qué no debía seguir.

- Qué pasa? Porqué no debo ir?

- Todo cambió Charlott, nada es como creías...

Camina hacia mí, me da la mano, me da un papel...

- Qué es eso?... - le digo, pero él ya no estaba. Siento un tierno beso en la mejilla, el mismo que me dio aquel día que nos vimos por última vez...

- Nunca me olvides Charlott... Nunca... - susurró en mi oído.

Cerré los ojos, y cuando los abrí estaba en el colegio, veía escenas de miradas que nos dimos tantas veces. Era como si estuviera viendo una película. Él me miraba y me sonreía, y cuando me volteaba, él seguía mirándome.

》¿Cuando pasó todo ésto? 《

Eran recuerdos... pero... ¿Por qué hay cosas que yo no vi? Es como si... Sus recuerdos los pudiera ver yo...

》Richard... ¿Por qué nunca me hablaste?...《

De repente estaba en una sala de clases. Era su curso, No el mío.

》¿Qué ago aquí? ¿Cómo llegué a éste lugar? 《

Miro a todos lados, nadie me veía. Ahí estaba él, escribiendo...

Me acerco a su puesto, y veo que lo que en un principio me había dado, ya no lo tenía en mi mano.

》¿Donde está? 《

Comienzo a buscarlo por todos lados, pero mi mirada se va a él.

Richard, mi Richard, escribía una carta.

Me acerco, se que no debo hacerlo, pero no me puedo contener...

Miro lo que escribía y comienzo a leerlo:

" Lo siento.

Se que debí acercarme, se que debí hacerlo, pero no pude...

No soy lo suficientemente valiente para hacerlo.

Si llegaras a leer esto, que es algo que dudo mucho y podría decir que es imposible que lo llegues a leer algún día, quiero que sepas que siempre te he querido, siempre, pero por miedo a que dirías si sabias la verdad, nunca me atreví a decírtelo, pero espero, Charlott, nunca me olvides...

Te has ido, ya han pasado tres meses de clases y aún creo que te veré reír con tus amigas en el patio, o bajar las escaleras con tu mochila con runas, o te veré leer un libro en las bancas del patio, o incluso, entrar a mi sala para pedir un plumón o un cable para tu profesor. Qué lindo es soñar, ¿no?

Charlott Thompson, lo lamento tanto, no sabes cuanto me dolió el que te hallas ido. Tu amiga Melody me vio llorar aquel día, y cuando supo lo que me pasaba, me dijo tu secreto... ¡Qué estúpido fui! ¿Cómo nunca me di cuenta de lo que sentías? Soy un completo Idiota.

Lo lamento tanto...

La vida no ha sido justa con mis sentimientos ni con los tuyos.

Por eso, deseo de todo corazón, que seas feliz, tan feliz como deseaba serlo junto a ti.

Adiós Charlott...