Parte 1: Ella

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              ¿No han sentido esa necesidad de amar a una persona para toda la vida? ¿A veces no les da por volver a buscarla y decirles todo lo que sienten? ¿No han escuchado cuando su mente les dice "Ve y buscala, idiota" pero su cuerpo no se los permite? Claro, no todo es como nos lo imaginamos.

"Ella" tiene nombre. Me encantaba decirle "Mi pedacito de cielo" porque era tan hermosa como la noche, tan deslumbrante como el día. Al ver sus ojos era como perderse en el espacio, como mirar las estrellas. Su piel era blanca un poco rojiza, ella tiene esas hermosas pecas que hacen querer admirarlas toda la noche.

Recuerdo como sus ojos café me miraban fijamente, ese café de sus ojos me quitaban el sueño. Ví como su sonrisa se alzaba tan espontanea; sus parentesís dibujados en cada extremo de sus labios parecieran que fuesen dibujados por el mismísimo Dios. Ese cabello liso castaño claro que brilla como el sol.

Yo despierto con su sonrisa, me quedo dormido con su voz. Nosotros no caminamos agarrados de la mano pero, ella me agarra la mano para cruzar la calle y eso era señal de que me amaba que, tal vez no quería que me pasara nada.

Ella se comporta como una niña, es berrinchuda, extremadamente enérgica y es muy odiosa con personas que acaba de conocer.

Recuerdo una mañana en la que yo me encontraba en su casa, me senté en la sala, ella sirvió café para los dos, una de las cosas que amaba era su olor a café. Nuestras miradas no se desviaban de nosotros, nos veíamos sin cesar, en silencio.

Por un momento ella rompió el silencio y volteando la mirada hacia la ventana me dijo:

»¿Me amas?

«Sí. -Le respondí, yo seguía admirándola, tan hermosa como siempre. Ella tenía un cuerpo muy hermoso, la luz le reflejaba y su piel se veía tan magnífica... Me hacía creer que ella fue sacada de una película a la vida real. Yo era muy celoso, con una voz sarcástica y sonriente le dije;

»¿Por que? ¿Conseguiste a otro que te ame como yo?

Ella me miró y dijo:

«No existe tal persona, tú eres el único que me ama con tal locura.

Sostuvo un poco mas el silencio, hasta que volvió con otra pregunta.

»¿Por que me amas?


«Y ¿Por que no? -Le respondí mientras tomaba un sorbo de café.

Ella estaba confundida, se le veía en la mirada por la forma en la que sus ojos miraban todo mi alrededor y ella volvió a hablar.

»¿Soy suficiente para ti? -Con una voz temblorosa, con la mirada en el suelo. Juro que se me rompió el corazón.

Y le dije:

»Sí, ven, dame tu mano. -De mi bolsillo saqué una moneda, de 1 bolivar, se veía nueva y la miré a los ojos.

»¿Ves esta moneda? El día en el que tu pierdas esta moneda yo dejaré de amarte, yo dejaré de amar tus ojos, de ser adicto a tu sonrisa, a tu olor y a la forma en que me miras, no me importa si no soy yo lo suficiente para ti y lucharé por mejorar. -La moneda tenia mis iniciales atrás, porque era la moneda que utilizaba para realizar mis trucos de magia, tenía grabado "D.F", yo sabía que ella no la perdería.

Me abrazó y me dijo que jamás la perdería, ví una lagrima y quería cambiarsela por una sonrisa. Comenzé a alegrarla. Le pregunté que si quería comida y ella emocionada, parecía una niña me respondío alegre.

Ese día terminó y yo seguía amandola cada vez más, como si la moneda estuviera guardada en un cofre con llave, en un lugar secreto donde solo la admiraba ella. Yo empezaba a creer que estaba loco, me enamoraba cada día más. Se convirtió en necesidad el hacerla reír, si no lo hacía, me sentía un don nadie.

Su sonrisa era perfecta ¿Ya se los conté?




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