La promesa - YalexXx (Lemmon)

525 30 5
                                    

* Flashback

¡VERGA!

No puedo creer que el tiempo haya pasado tan jodidamente rápido. A ver Alejandro piensa, ¡Piensa carajo! Tengo sólo tres días antes de que Silvia venga.
Ahora necesito que alguien me de una "sobadita de próstata" Ya que Daniela y yo terminamos. Y no se me ocurre otra chica a la que le tenga tanta confianza como a ella.

¿Y si lo intento con un hombre? No creo que sea algo extraño, solo debo conseguir a alguien que no se pueda negar y que tenga mi plena confianza.
Una idea cruzo su cabeza como un rayo, ya sabia quien era el candidato perfecto. Salió del apartamento que compartia con el pelirizado esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

*Fin Flashback

Y así es como termino frente a la puerta de la casa de uno de sus mejores amigos; Eduardo.

Con una idea que éste bien podría rechazar para luego tacharlo de maricón, pero Alex sabía que no lo haría, ¿Por qué? una simple razón, él sabía que el conocido youtuber lo deseaba, quizá nunca se lo había dicho directamente pero Strecci no era pendejo, esta bien consciente de como Yayo se lo bebía con la mirada cuando este creía que el otro no lo veía y, aunque él jamas lo admitiría en voz alta, el deseo era mutuo.

Y esta sería una oportunidad a la que Yayo no podría negarse, sería sexo de una noche sin compromisos solo por una primera y única vez.

El rubio toco levemente la madera que lo separaba de cumplir aquella promesa de caballero que hizo con la conocida sexóloga tan solo unos meses atrás.
Se escucho como el pomo de la puerta era girado y un segundo después, un Yayo recién bañado, vestido solo con unos jeans de mezclilla obscuros en los que se podían apreciar sus torneadas piernas y, además, por la falta de tela en su torso, pudo ver su apenas marcado abdomen, mientras pequeñas gotas resbalaban de su cabello bajando por su cuello para luego llegar a su pecho, continuando su recorrido hasta terminar en la cintura del chiapaneco.

*Bendita la hora en que se metió al gimnasio* Pensó distraídamente Strappy con la boca hecha agua ante la imagen que le presentaba el moreno.

- Rubius ¿Por qué no me dijiste que venias? - Lo saludo, haciéndose a un lado para que éste pudiera pasar.

- Este... -Titubeo mientras se acomodaba en el sofá negro del departamento donde vivía Yayo.

- ¿Qué pasa? Vamos que no tengo todo tu puto tiempo.

- Está bien, no tienes por que emputarte. Vengo a pedirte que me hagas paro.

El moreno suspiro.

- ¿Qué quieres?

- Bueno, ¿Recuerdas la promesa que le hice a Silvia unos meses atrás en un "Mente Abierta"? - Se detuvo y espero que Yayo asintiera para poder seguir, casi al instante éste lo hizo.

- Y eso- Dijo aclarándose la garganta, pues ya tenia una idea de lo que su amigo le pediría a continuación - ¿Qué tiene que ver conmigo?

- Vamos, pon a trabajar esa cabezota que tienes - Dijo con una sonrisa picara en sus labios.

- ¡No!, la respuesta es no - Contesto el pelinegro ante la obvia insinuación de su amigo. Y, a pesar de la negativa que acababa de obtener de parte Yayo, la sonrisa de Strecci no cambio ni un poco; es mas, un brillo que nunca había visto antes se apodero de sus ojos, mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a él lentamente, hasta que el chiapaneco pudo escuchar su corazón acelerarse desbocado debido a la cercanía.

- Sabía que dirías eso - Susurro contra sus labios - Después de todo no esperaba que fueras de los que aflojan a la primera.

Y lo besó, fue un beso que tanto al rubio como al pelinegro les supo a pura gloria.
Al principio sólo rozaron sus bocas inocentemente pero el pelinegro no resistió mucho y tomó el control; comenzó a mover sus labios frenéticamente sobre los del contrario mientras rodeaba con sus brazos la pequeña cintura del rubio, acercándolo más a él. Strecci sonrió levemente entrelazando sus dedos en la nuca del moreno y correspondiendo enseguida ese anhelado choque.
Yayo le mordió el labio inferior para luego lamerlo pidiendo acceso a la boca del otro, quien jadeo separando mas sus labios para que la lengua del moreno recorriera su cavidad bucal libremente.
Se separaron mas por necesidad que por otra cosa, pues sus pulmones ya aclamaban el preciado oxigeno. Ambos jadeaban, con las frentes juntas y sonrojados, intentando regular su respiración; mirando al contrario directo a los ojos. Yayo fue el primero en hablar.
- Olvida todo lo que dije - Quito sus brazos de la cintura de Alex y lo tomo por la mano guiándolo a su recamara.

One Shots de NMRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora