LINA, LUNA Y TOTO

Parte 3 Nuevos Caminos

Llegó el nuevo día!! Y todos con mucha pereza, comienzan a darse estirones y lamidas. Emperatriz, como de costumbre comienza a dar algunos retoques a sus peluditos, quedando todos de lo más lindos. Al cuarto entra Carol - se preguntarán quien es Carol, pues bien, así se llama la joven de voz melodiosa- y trae consigo una canasta grande en donde acomoda a los peluditos, dejando a su lado a Emperatriz para que se sientan acompañados.

Sale del cuarto y comienza a caminar por un largo pasillo, a cuyos lados están los camerinos del teatro, entre tanto va tarareando una canción de cuna. Al llegar al salón principal del teatro, hay niños que acaban de salir de la función infantil que se estaba presentando ese día y, en lo que Carol deja descansar la canasta en la alfombra, todos se acercan a ella y a una sola voz exclaman ¡¡que liiinnndooosssss!!!!, pero no a todos los niños le permiten quedarse con un peludito.

Todos los peluditos comenzaron a maullar acercándose a las manitos tiernas y cálidas que se acercaban a ellos y, al primero que alzaron en brazos fue a Monín, al del collar rojo, la niña se sintió atraída de inmediato por su ternura. El siguiente fue un niño que, de manera inmediata tomó a Salomón, al de collar verde, quien también cautivo a la mamá de aquel niño que lo llevaba en brazos. Solo quedaban tres peluditos y, fíjense que casualidad, eran justamente los integrantes del grupo especial, Lina, Luna y Toto. Pero en un instante, todos los niños se fueron retirando uno a uno hasta no quedar ninguno. Carol se quedó mirando a estos peluditos con una expresión casi de satisfacción, porque aunque no lo demuestre ellos son su consentidos.

Como ya se habían acurrucado al lado de su mamá, Carol tomó de nuevo la canastilla y volvió a realizar el mismo recorrido, pero de manera contraria, hasta llegar de nuevo al cuarto en donde los dejó dormidos y, en donde le esperaba un rico plato de atún a Emperatriz, puesto que, había pasado mucho rato sin comer. En cuanto terminó su suculento plato de comida se fue a acompañar a sus tres peluditos a una merecida siesta. Y será hasta mañana, que verán que le tiene preparado el destino. ¿qué rumbo tomará esta historia? ¡¡Nos daremos cuenta más adelante!!. Dulces sueños peluditos.