XXIV

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-¿Christian?, ¿Que haces aquí?- le dije sorprendida.
Realmente no podrían creer la situación, estábamos en una habitación completamente blanca, con unos ventanales con vistas al mar, tumbados en una cama blanca como la nieve, él sin nada que tapara su bien formado torso y yo con una especie de vestido para dormir largo tan blanco como mi piel.
-Valla, ¿ya te as despertado? Eres preciosa dormida, pasaría horas mirándote dormir- me dijo acariciado me la mejilla.
-Christian tu me recha.....- un beso suyo interrumpió lo que decía.
- Lo se y no sabes cuanto lo siento de verdad, pero ahí algo tan oscuro en mi que me impide ser él hombre que quiero ser para ti - me dijo mirándome a los ojos, y en ese momento ví algo que jamás creí que pasara... Ví en ellos miedo, tristeza, sufrimiento, dolor y mucha fragilidad.
En ese momento la habitación se volvió negra, la cama desapareció y con ella Christian.
-¡Ana, salvame!, por favor ¡¡¡¡ANAAA!!!!- me grito un angustiado Christian.
Corrí por esa oscuridad buscándolo pero no lo encontré.
Estaba desesperada, tenia que ayudarlo y no sabia como. Y entonces se me ocurrió...
-¿De que te salvo? dímelo - le dije en un susurro.
-De mis sombras- me susurro su voz en mi oído, pero no era su verdadera voz, era una voz dura, fría y dominante.
Y en ese momento me desperté sobresaltada y angustiada.
La habitación estaba oscura y en silencio.
Mire el reloj y eran las 4:36 am, dios ahora no seria capaz de conciliar el sueño, pero ocurrió lo contrario, me quede dormida al instante pero con tres cosas claras:
1- Christian era mucho mas complejo de lo que creía
2- Debía ayudarle a alejarse de sus sombras.
3- Me estaba enamorando de él, a pesar de no conocerle ni a el ni a sus sombras.

Un baile que tengo que recordar #TheGreysAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora