XX

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-¡Perdon! Lo siento- dije cerrando la puerta.
Mire él cartel y..... ¡Joder! La de Ana es la 836 no la 386, ahora entendía por que había una enfermera con los pechos al aire a cuatro matas y un medico "ayudándola a vestirse", y no estaba Ana.
Me fui a la verdadera habitación de Ana, y cuando entre, vi a una Yaiza, muy cansada.
-Yaiza, vete a casa, Elliot te esta esperando en la cafetería- le dije, necesitaba hablar con Ana.
-No no puedo dejarla, ¿quien estará con ella si no?- me dijo con lágrimas en los ojos.
-Yo, yo estaré con ella hasta que se despierte, lo juro- acaricie la mano de Ana, dios deseaba tanto estar con ella a solas.
Se levanta, coge su bolso y cuando esta en la puerta me dice...
- Vendré mañana temprano, cualquier cosa avisame, por favor no la dejes sola-me dice apenada.
Le echa un ultimo vistazo a su hermana pequeña y se va, dejándonos solos, a mi Ana y a mi.
-Hola Ana, Jajaja es irónico que te llame Ana cuando te costo tanto metermelo en la cabeza, que te llamabas Ana no Anastasia. Te echo de menos, no solo que me des clases, sino tu risa, tus ojos, tu proximidad,...
Todos lo hacemos, ¿por que no despiertas?- y con eso mi cabeza callo en la cama encima de mi brazo.
No se en que momento note algo moviéndose, en mi cabeza y cuando alce la mirada...
-no despertaba por que no tenia nada que me hiciera despertar- me dijo una Ana ronca, con nariz roja y muy muy despeinada, pero creo que era la Ana mas autentica y mas hermosa que había visto hasta ahora.
Antes de que pudiera decir nada ya estaba en mis brazos, quería sentirla, sentir que estaba aquí por él mismo motivo que yo, por que significaba algo para mi y yo para ella.
-Mmmm.... ¿Christian?- me dijo tosiendo - me estas ahogando...- me dijo mas ronca aun.
Dios Grey tranquiliza tu entusiasmo, no quieres hacerle daño.
-Lo siento, como te sientes? Quieres algo? Tienes hambre? Te duele algo? Quieres que llame a alguien? Quieres....- no podía dejar de hablar, quería que se sintiera agusto.
-¡Christian!, relajate, me siento bien, quiero un poco de agua y saber cuando me dan él alta, si tengo un poco de hambre, me duele la garganta y no quiero que llames a nadie si no me equivoco son las 4 de la mañana y todo él mundo esta dormido, que eso deberíamos hacer tu y yo- me dijo acariciandome la cara.
-Si cierto, venga, a dormir- me levante la acomode, y ella me cogió del bazo.
-¿Te iras?- me dijo con tristeza, me complace saber que no le soy indiferente y que me quiere a su lado, pero por desgracia no único para dormir aparte de su cama es él sillón, asi que me tocara dormir ahí.
-Sabes una aspiración mia, es dormir en un sillón de hospital, ya que tengo oportunidad lo haré y así podre morir tranquilo- le dije con sarcasmo para que se riera.
-¿¡Como!?, ¿él sillón?, ven conmigo aquí a la cama- me dijo destapando su lado derecho de la cama.
Necesitaba su cercanía, su calor.... No me lo pensé dos veces , quite mis zapatos, vacíe él contenido de mis bolsillos y me metí en la cama con mi Ana.
-Gracias, por quedarte- me dijo casi cerrando sus hermosos zafiros*.
-Gracias a ti por enseñarme a sentir- le dije cuando hubo cerrados sus ojos- duerme brujita de mi corazón- le dije besando sus párpados.
Me sentía tan bien, su calor su olor su respiración me transmitían la paz que me hacia falta en mi negra vida.
Y poco a poco con su aroma en mi nariz, me fui quedando dormido, a la espera de que mañana Ana fuera algo mas que Ana Steele......

Un baile que tengo que recordar #TheGreysAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora