PRÓLOGO(EDITADO)

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Mi nombre es Tamra y soy una ninfa, casi todos suelen decir que soy especial y que mi futuro es especial, bueno, pues a mí me tiene sin cuidado lo que digan. Deben estar preguntándose ¿Cómo una ninfa puede hablar así? Vaya que no soy una ninfa común, soy una ninfa celeste, podemos controlar a la naturaleza como queramos ¿algo así como una mezcla de todas las ninfas? Sí, eso somos. Excepto las ninfas del inframundo, sabe quién el porqué se volvieron así, el lado oscuro supongo.

Pero yo soy así por los humanos, si, otra regla que no cumplo. Tenemos prohibido verlos y socializar con ellos, pero son tan misteriosos y divertidos que es inevitable sentir curiosidad por ellos.

Junto a mis dos mejores amigas: Lariel y Adana, solemos escabullirnos entre los humanos y debo decir que he aprendido mucho de ellos. Es muy interesante observarlos, seguirlos y puede sonar algo acosador pero no puedo evitarlo. Celebran muchas cosas: ¿Navidad? ¿Año nuevo? ¿San Valentín? Aún recuerdo cuando casi me atrapan ese día, creo que Afrodita se pasó, me empalagué con tanta cursilería y amor.

Algo que también aprendí de los humanos es su forma de hablar.

Seguro ya lo han notado.

¡Sabe medusa que me harían las ninfas si se enteraran! No debo levantar sospechas, solo debo ser sumisa y tranquila.

...¿A quién engaño?

Lilith siempre para diciendo: ¡Tamra has esto! ¡Tamra no hagas eso! ¡Tamra compórtate como una ninfa! ¡Tamra!

Aghhhhh

Si tan solo las ninfas dejaran de ser tan controladoras, tal vez pero tal vez yo les haría caso y no rompería tantas reglas.

Lariel, es una ninfa del bosque y plantas: ojos color avellana, cabello largo castaño y hermoso, tez clara, alta, es bastante extrovertida y burlona... vaya que me debe varias... Aun así la quiero y bueno, Adana, es todo lo contrario: una ninfa del agua, cabello rubio, ojos celestes, tez clara, y es tímida... Aunque cuando se enoja todo es diferente.

Ambas me han enseñado muchos trucos; se podría decir que Lariel y yo siempre llevamos a Adana para escabullirnos entre los humanos, ella siempre se niega pero al final acepta ir por nosotras.

La verdad es que no sé qué haría sin mis amigas, aunque no lo crean, agradezco a Lilith que se le haya ocurrido hacer esa fiesta hace mucho tiempo:

"Todos las clases de ninfas, incluyendo a las líderes de cada una de ellas, se reunieron en aquella fiesta. En aquel tiempo yo era muy pequeña, pero recuerdo claramente que Lariel molestaba mucho a Adana, por lo había comenzado una pequeña mini batalla entre ambas. Al final, yo pasaba tranquilamente por ahí y de pronto...!todo me cayó a mí!, terminé mojada y con ramas de árboles en mi cabeza. Lilith me fulminó con la mirada cuando me vio, pensó que lo había hecho yo y fue lo que le hice creer, de lo contrario, en serio me compadezco de Lariel y Adana, ella las habría castigado.

Mi líder a veces da miedo, aunque ahora ya no me puede controlar como antes, cuando era pequeña ella solía ser como... ¿cómo dicen los humanos??

ahh si ..."!EL CUCO! "

El punto es que desde ese momento, las tres nos volvimos mejores amigas. A pesar de que vienen a visitarme al Olimpo, desearía vivir o por lo menos pasar mucho más tiempo en sus hogares, pero Lilith aún no me lo permite. Suertudas ellas que viven cerca a los humanos y yo aquí aburrida viviendo con ninfas celestes y dioses... una muy detestable jerarquía

Lo olvidaba, yo tengo la piel morena, un poco extraño para ser una ninfa celeste, mi cabello es largo, castaño y tengo ojos oscuros.

Todas las ninfas tenemos apariencia de jóvenes sin importar los muchos años que podamos tener, claro que yo aún soy la más joven de mi clase ya que no he tenido mi fiesta de conversión.

Y bueno, aquí comienza mi historia.

¿Qué me espera en el futuro???

Ni la más mínima idea

Solo espero que mi vida no cambie mucho, aunque ya estoy un poco alterada por aquella profecía del oráculo.




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