LA CORTE VAMPIRA.

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Marianagmzt

Nunca había asistido a una coronación real antes, y sinceramente, esperaba no

tener que asistir a una nunca más. Sólo quería que hubiera una reina que gobernara

en la vida y punto. Extrañamente, la coronación fue bien después del funeral de

Tatiana. ¿De que trataba la vieja historia? La reina había muerto. Duro gobernando

mucho tiempo.

La costumbre dictaba que el futuro monarca-debía-pasar la primera parte de la

coronación en la iglesia, supuestamente para pedir sabiduría, fuerza, y todas esas

cosas espirituales. No estaba segura de cómo era la costumbre en el caso de los

monarcas ateos. Probablemente fueran unos impostores. Con Lissa, que era

bastante devota, sabía que no era un problema y -que probablemente si oraba para

hacer un buen trabajo como reina.

Después de la vigilia, Lissa y una multitudinaria procesión regresaron al edificio

principal de la corte, donde se llevo a cabo la coronación. Representantes de todas

las familias reales se unieron a ella, al igual que los músicos que tocaban melodías

mucho más alegres que las que habían tocado en la procesión de Tatiana. Ahora los

guardianes de Lissa -una flota inmensa- caminaban junto a ella. Yo estaba entre

ellos, llevando mi mejor ropa a blanco y negro, incluyendo el collar rojo que me

acreditaba como un guardián real. Aquí, al menos, se respiraba una notable

diferencia desde el sepelio. Tatiana había muerto, sus guardianes permitieron

aquello. Lissa estaba vivita y coleando, y aun si no hubiera ganado el voto del

Consejo, todavía tenía enemigos. Mis colegas y yo estábamos en máxima alerta.

No es que necesitara que estuviéramos allí, y menos al ver la forma en que

aplaudieron todos esos espectadores. Todos aquellos que habían aguardado durante

los ensayos y la parte final de la coronación permanecieron para presenciar el

espectáculo, e incluso habían aparecido mas personas. No estaba segura si alguna

vez había habido tantos Moroi en un solo lugar.

Después de aquella tortuosa y extensa caminata, Lissa se dirigió al palacio y luego

esperó en la pequeña antecámara adyacente que servia como la habitación del

trono Moroi. La habitación del trono casi nunca se utilizaba para asuntos de última

hora, pero de vez en cuando -por ejemplo una nueva reina Moroi en el podio- le

gustaba omitir las antiguas tradiciones. La habitación era pequeña y no podía alojar

a todos los presentes que aguardaban afuera, ni siquiera alojar a todos lo que

asistieron a la procesión. Sin embargo, el Concejo y los miembros reales de más

alto rango estaban allí, junto con algunos invitados selectos de Lissa.

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