oh dios mi helado y yo con este hambre.
Al levantar la mirada me encuentro con un papasi... joven muy apuesto o dios que es esta escultura es de cabello negro y unos bellos ojos miel que me intimidan.
-mira como me dejaste la ropa- dice pasando la mano que tenia un poco de helado y lo otro había quedado en el piso
-venia distraída- digo levantandome del piso
-y no pides disculpas?- dice
-lo siento- digo apenada por lo sucedido
-hay que linda y tierna- dice acercandome peligrosamente por lo que retrocedo- oh mi nombre es Sebastian- dice acercándose aun mas. sigo retrocediendo por lo que el sonríe yyy choco con algo oh oh bendita... pared que entrometida
-porque tan asustada - dice sonriendo y tocando un mechón de cabello oh no miles de recuerdos llegan a mi mente mi padre, yo, ese día oh no
- mmmm soy Natalia- digo extremadamente asustada apartando su mano de mi cabello, al cerrar los ojos los noto aguados. veo como Sebastian frunce el ceño ya que no es algo muy normal que una joven llore porque le tocan el pelo. -meeee voy- digo escapando ágilmente de el y salgo corriendo hacia la salida de el centro comercial. Ya afuera decido sentarme en las gradas que hay, para descansar ya que enserio me canse.
siento como lágrimas resbalan por mi mejilla.
-nunca me podre enamorar- susurro hundiendo mi cabeza en mis piernas -gracias querido padre por arruinar mi vida- dijo sarcástica
-que dijiste?- pregunta alguien a mis espaldas