Capitulo 3

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-que dijiste?- pregunta alguien a mis espaldas, al levantar la mirada me encuentro con huy dios que afortunada Sebastian
- nada- digo levantandome y limpiando el yean
- te sientes bien?- pregunta con el ceño fruncido
-si y ya me tengo que ir - digo intentando irme hasta que siento una mano que sujeta mi brazo delicadamente y me voltea
- oye espera- dice acercandose
-que quieres deja de molestar me tengo que ir- digo y observo como Sebastian derrepente frunce el ceño mientras me observa
-estabas llorando?- pregunta derrepente
-no te importa ok, me tengo que ir- digo y salgo corriendo mientras oigo como Sebastian me dice que pare, agilmente paso la calle y tomo un taxi.
Al llegar a mi casa observo a mi madre en la sala viendo la televisión con Emma a su lado
-hola mami ya llegue- digo acercandome
-hola como te fue?- pregunta levantándose del mueble y dándome un beso en la mejilla
-bien- digo sentándome y viendo a mi hermana sonreir, hay dios que cosita mas tierna al voltear veo a mi madre observándome con el ceño fruncido
-yyy no compraste nada?- pregunta observándome interrogativa
- aaa es queeee- piensa Natalia piensa-no encontré nada que me agradara -
-mmm bueno si tu lo dices- dijo ella mirándome dudosa
-quieres comer algo- dice parandose nuevamente del mueble y yendo a la cocina
- si porfavor es que no pude comer nada- grito para que mi madre escuche desde la cocina, y al decirlo recuerdo mi pobre heladito en el piso
-mira sigue a comer- dice mi madre poniendo un plato en la mesa
-ok hay voy- digo acercandome a la mesa y tomando un poco de jugo que había dejado mi madre hay
-come y porfavor lavas los platos que ya me voy a trabajar - dice, yo miro el reloj que hay en la sala y efectivamente son las 10:00 a.m mi madre entra a trabajar a las 10:15 a.m. les cuento ella es la secretaria y también administra una empresa acá en New york.
-ok mami tranquila vete que yo arreglo todo y cuido a mi hermanita- digo mirandola
-ok me voy te quiero- dice dándome un beso en la mejilla y yendo a donde mi hermana para darle un beso en la frente
sube al cuarto y al minuto baja con su billetera y las llaves -adiós-
dice y sale de la casa dejandome con mi hermanita.

Un Amor sin secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora