e p í l o g o || f i n a l

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See you again.

Las manos me sudaban antes de poder ingresar a hablar con ella,

Tuve que dar una tarjeta única para poder ingresar

Y me revisaron de pies a cabeza, hasta el sobre que tenía en las manos.

Un policía me acompañó a un cuarto,

Los fierros no me dejaban ver muy bien

Pero sabía que Rachel estaba allí.

El policía abrió la puerta, dijo que me daba 5 minutos y la cerró antes de irse.

Rachel estaba de espaldas,

Solo miré su cabello: estaba más corto que hace 4 años.

En el centro de la habitación habia una mesa y dos sillas, pero ella estaba parada en el fondo del cuarto.

- ¿Rachel? -pregunté, ella al instante se dió vuelta y me miró, sorprendida.

Tenía una cicatriz bajo el labio, pero después de eso, nada en ella había cambiado. Sus ojos me miraban con atención y sus mejillas lentamente se tiñeron de rojo.

- ¿Qué haces, Scott? ¿Por qué viniste a verme? -preguntó en un ligero susurro, yo la miré impresionado, sabía quien era.

- Vengo a dejarte unas cartas, las escribí el ultimo mes. Además, no lo sé, extrañaba ver tus ojos -Rachel no sonrió, solo asintió mientras tragaba saliva.

- ¿Po-por qué siempre me observabas? -preguntó, incómoda y sonrojada.

- Me gustabas -confesé sentandome en una de las sillas.

Ella copió lo que hice, noté que tenía esposas entre sus manos.

- ¿Lo que escribías eran cosas de mi?

- Si, eras y sos hermosa.

- No me digas eso ¿bien? Soy una maldita asesina.

- No, eres una chica que hizo algo malo, solo..

- ¡Deja de ver siempre lo bueno en mi! -gritó, pero eso sonó mas como una suplica que a una amenaza-. No soy buena, aceptalo, maté a 16 chicos inocentes solo porque, bueno, ellos me molestaban, eso no está bien.

- Te molestaban..

- ¿Y? ¿es broma? Hice algo terrible, Scott. No puedo decir y tú tampoco que soy una buena persona, porque soy un asco.

- Rae, solo eres una chic..

- No, Scott. En el instituto sí, lo admito: era y sigo siendo tímida, era y sigo teniendo mi carácter, pero siempre fui una mierda de persona; solo que no lo notaste. Te había gustado mi personalidad frágil, lo sé, pero estar 4 años en una cárcel te cambia quieras o no.

Respiré profundo y la miré: ella me estaba devolviendo la mirada, como nunca antes había hecho, 4 años atrás miraba esos ojos y me encontraba con inseguridad pura, pero ahora.. Me encuentro con una mirada determinante, que exigía con furia que aceptara que ella era una mala persona, pero yo no cambiaría de opinion.

Iba a comenzar a hablar, pero ella lo hizo primero.

- Como verás, no puedo utilizar las manos -las puso sobre la mesa metálica-. Te pido que me leas lo que hay en el sobre, ahora.

No quería leerlas, quería que ella las lea y las interprete ella, sola. Pero no podía, y ambos lo sabíamos.

Tragué saliva mientras agarraba con cuidado la primera carta que habia escrito, leí los versos y al levantar la vista, la vi sonreir.

[...] "Rachel era como la luz, nadie la atrapaba."

Ella soltó una carcajada, era tan bonita cuando se reía, ese sonido hacía que me sacudiera por dentro.

Y así le leí cada una de las cartas, hasta la que decía que la extrañaba y que se me hacía raro eso, hasta en la cual decía que la observaba escondida y millones de cursilerías más.

- Gracias por lo ultimo, lo de brillar y eso. Yo también lo espero -murmuró, luego mordisqueó su labio-. ¿En serio recuerdas cuando te hable?

Reí nervioso asintiendo con la cabeza, ella sonrió de nuevo, yo me quedé mirando su sonrisa.

- ¿Te sigo gustando? Es que me miras con cara de estúpido, sin ofender Scott.

No dije ninguna palabra, solo me levanté de la silla, me paré frente a Rachel que me miraba confundida y uní nuestros labios en un beso que duró no mas de 10 segundos. No podría describir el beso, pero si sentí sus labios fríos y me alegra saber que pude darles calor por lo menos un momento.

Ella tampoco dijo nada, solo miró al suelo, había vuelto la Rachel avergonzada.

- Perdón, quería hacerlo, hace años esperaba hacerlo -susurré completamente sincero.

- Se terminaron los 5 minutos, muchacho.

El policia apareció en la puerta, Rachel seguía mirando el suelo. Me acerqué hacia donde estaba el policia, él nos miró a ambos con confusión.

- ¿No van a despedirse? -preguntó.

Rachel y yo negamos con la cabeza, luego sonreímos.

- Ya lo hicimos -dije antes de alejarme de la habitación de Rachel, no para siempre, pero si por un tiempo.

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Gracias a todos por sus votos, comentarios y visitas. Espero esta historia siga creciendo, espero les haya gustado y doy por finalizada la historia de Rachel.

Y si, el nombre de nuestro escritor es Scott.

Y si, Rachel no siguió diciendo que era una mierda para no pelear, Scott fue el primero que la visito en años.

Nos leemos en "fake." o en mi próxima novela.

rachel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora