Primer día.

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Estephano

Primer día de clases, estoy muy cansado, no dormí nada, mi cabeza duele, y me da el sol desde aquí, pero que mas da, yo elegí estar atras así que tendré que soportarlo.

Clase de matemáticas, el profesor es buen tipo, algo carrillero pero debe de enseñar bien, comenzó a pasar lista y al ver mi nombre y ver que era de nuevo ingreso, me pidió que me presentara.

-Bue- bueno mi nombre... -dije bastante nervioso mirando el suelo.

-Sr. Smith

-¿Si? -Lo mire rápidamente.

-De pie, por favor -alzó la mano en señal de que me levantara.

-Por supuesto -me puse de pie y hable un poco menos nervioso- Mi nombre es...

La puerta se abrió rápidamente dejando ver a esa preciosa castaña que me derramó el café aquella noche... ¡¡¡Tragame tierra!!!

-¿Puedo pasar, profesor? -dijo aquella voz dulce algo apenada. No podía dejar de verla.

-Llegas tarde Mara -dijo el profesor fingiendo seriedad.

-Lo se, lo lamento -dijo ella apenada mientras sus mejillas se tornaban rosas

-Que no se vuelva a repetir srta. -dijo aquel hombre sentado sobre el escritorio mientras yo miraba anonadado a los enormes ojos marrones que poseía aquella preciosa chica- Sr. Smith -dijo sacándome de mis pensamientos y yo lo mire - Continúe, no habrá mas interrupciones

-Claro, me llamo Estephano Smith, Vengo de Florencia, vivo con mi padre, me gusta leer, el jazz y el café tinto.

-Muy bien joven , breve, preciso y conciso, no espero agradarle pero espero que aprenda en mi clase

-Hasta ahora me agradan ambas profesor, tengo grandes expectativas de su clase.

-Esa voz me agrada, no lo decepcionaré - dijo con una sonrisa -Continúo pasando lista, srta Sabella le quitaré la falta pero tiene un retardo.

-Esta bien, no volverá a ocurrir profesor.

El Sr. Bonelli siguió pasando lista, y yo, bueno yo no podía dejar de ver ese largo cabello oscuro que se posó en el asiento de el frente junto a la puerta. Mi pupila se dilató  desde que la vi entrar, nunca podré olvidar la sinfonía de su voz, lo rosado de sus mejillas al excusarse, y lo mucho que brillaron sus ojos al reflejarse el sol en ellos. Algo bueno salió de la escuela, ahora se su nombre... Mara. Resumí todo lo que pude sentir y pensar en ese momento en un suspiro que se escapó de mis labios.



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