Capítulo 14: Take me

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Narra Rubén:

Unos labios estaban tocando los míos, sabia que eran los de Adam, lo apreté más a mi con los ojos aun cerrados, y pude notar como soltaba una pequeña risa mientras me besaba, abro los ojos y puedo ver a Adam sonriendo.

-Buenos días. -dije con voz dormida.

Adam se separó de mi y se levantó de la cama en bóxer el cual le ceñía bastante el trasero.

-Que rico. -dije con voz picarona.

Adam se sobresaltó se dio la vuelta y me miró con cara asustada.

-Era broma tonto. -reí.

Me incorporé y unos latigazos invadieron mis piernas, me dolían bastante, seguro que eran agujetas del survival zombie.

-Rubén. -dijo Adam.

-¿Sí? -pregunté.

-Gracias por lo de ayer. -me dijo mientras abría su mochila.

Me levanté de la cama y mis piernas parecían que se iban a doblar en cualquier momento, malditas agujetas, me acerqué a Adam y le abracé por la espalda.

-No me las des, por amor se hace muchas cosas. -le dejé un pequeño beso en su cuello.

Adam recibió un escalofrió y un pequeño gemido soltó de su boca.

-Rubén tengo que irme a duchar. -dijo con voz sensual.

Me alejé de él y me fui para la puerta, giré el picaporte y la abrí, salí por ella y fui al salón.

-Pero bueno, si se ha despertado la bella durmiente. -dijo mi madre.

Me acerqué a ella y le di dos besos.

-Buenos días mami. -le sonreí.

Mi madre, la cual estaba sentada en el sofá, me pidió con su mano derecha que me sentara en el sofá dando unos pequeños golpes en el, eso hice.

-¿Qué tal fue ayer? -preguntó curiosa.

-Adam se lo pasó como un crió pequeño. -dije con voz baja por si me escuchaba.

Mi madre me indicó con el dedo que Adam se estaba duchando, se oía el agua caer de fondo.

-¿Te perdonó? -preguntó de nuevo curiosa.

-Sí. -dije con una gran sonrisa en la cara.

-Cuanto me alegro hijo. -me dijo. -¿Pasó algo interesante?

-Le besé delante de todo el mundo. -respondí.

Mi madre se echó las manos a la boca y sus ojos se pusieron lagrimosos.

-Sois tan adorables. -dijo con una sonrisa en sus labios.

-Gracias por todo esto mami.

-Cariño, eres mi hijo, debo mimarte de vez en cuando. -rió. -Me alegro muchísimo de que todo se haya arreglado.

Se oye la puerta del baño abrirse, me giro para ver a Adam y veo lo que lleva puesto, unos vaqueros, unas vans blancas, una camisa blanca y una chaqueta vaquera.

-Tu turno. -me dijo sonriendo.

Narra Adam:

Rubén paso por mi lado y cerró la puerta del baño, me senté en el sofá junto a Ángela.

-Buenos días. -le sonreí.

-Buenos días pequeño. -me respondió con una sonrisa.

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