Elastic Heart [Three-shots GerIta]

II

— Estamos... acabados... — Proclamó el Führer en una de las tantas reuniones que tuvo con los más importantes comandantes. Ludwig estaba fuera, escuchando todo, tragando en seco.

—" Acabados" —, susurró el alemán y con cuidado colocó su mano contra su pecho, donde el trocito de tela estaba. — Al fin se acabó...  —Suspiró de alivio y justo cuando estaba más relajado, una voz le hizo pegar un salto.

—Tienes una llamada. —Le anunció uno de los cadetes.  

...

— ¿Hallo? Habla Ludwig.

— ¡Doitsu! — Se escuchó un pequeño gritito a través del auricular.

— ¿Italien? ¿Por qué me llamas?

—Doitsu... por favor, huye conmigo.

Aquella petición dejó al alemán sorprendido; ¿cómo se suponía que uno debía reaccionar ante semejante ofrecimiento?

— Debes estar bromeando, Feliciano.

—No bromeo... sólo ven aquí... —Una especie de murmullos se escuchaban, como una especie de interferencia que hacía que la voz del italiano se distorsionara.

— Está... bien. Haré lo posible para ir hasta donde tú estás.

—Gracias, Ludwig... —La llamada se cortó repentinamente, como si hubiesen cortado la línea. Esto dejó al rubio con una interrogante; ¿a qué se debía aquella llamada? ¿y por qué, después de meses, el italiano se dignó a comunicarse con él?