Todo lo que hice... lo hice por tu amor //Jainico// Jaidefinichon

Ser mujer duele...

18 de octubre de 1823, Villa de Nuestra Señora de Los Ángeles(Los Ángeles en la actualidad :3)

Querido Nicolás:

Al fin puedo escribirte, fue una odisea poder llegar hasta acá. Gracias a Dios me encuentro en un lugar seguro. Me encontré con unos bandidos que pertenecían a la guerrilla de Rodríguez, ellos conoces lugares propicios para esconderse y me ayudaron a escapar. Oscar, es el actual líder de este grupo, ¿te acuerdas de él? Tal vez no, ya que todos en Concepción lo conocían como el Bestia, por su gran tamaño y su fiereza en batalla, me ha sido de gran ayuda, sé que no nos llevábamos bien del todo, pero se ha hecho parte importante en mi escape.

Proseguiré a contarte el resto de mi historia, aunque no sé si leíste la anterior, mas quiero creer que así fue. Creo que ya olvide hasta qué punto te conté. Comenzare diciendo las cosas que me pasaron en mis primeros días como mujer, ¿Díaz? ¡El primer año! Te contare lo que me paso antes de conocerte...

-¡No pienso usar un corcet!- reclamaba nuestro querido Jaime, aferrándose a su cama

-¡No seas idiota por favor, Jaime! Si no quieres trabajar de chinganera por lo menos vamos hacerte parecer una criolla decente-

-¿Criolla decente? Pero si voy a fingir ser tu hija!- Esmeralda, tomo al ex barbón, lo vistió a la fuerza.

-debo de recordarte que te hemos inventado una historia y se supone que eres una mujer decente a pesar de ser mi hija, ¿sí?- Dijo la mujer con el entrecejo fruncido, lo que había dicho el otro/a la ofendió de cierta manera. Jaime se dio cuenta de su error

- lo siento si la he ofendido... madre...- La madame abrió los ojos con sorpresa y no pudo evitar sonreír al escuchar lo anterior, termino de abrochar el corcet -que por cierto estaba dejando sin aire al pobre Jaime-y lo abrazo con fuerza.

-Disculpa...-se secó una pequeña lagrima que recorría su rostro- es que siempre quise ser madre y como ya sabes, yo perdí a mi hija al momento de nacer y a ti- tomo con delicadeza el rostro femenino del Jaime- siempre te quise como a un hijo.

- eso explica por qué siempre me regañabas-suspiro resignado. - Ya, ayúdame a colocarme ese vestido- no puedo creer que este diciendo algo como eso...-

...Los primeros días me fueron bastante difíciles, muchas cosas que aprender. Recuerdo que no Salí a las calles como en dos semanas, puesto que las muchachas querían que me acostumbrara bien a mi nuevo cuerpo. No creí que ser mujer sería tan complicado, de hecho todo fue empeorando. Ahora que lo pienso, con todo lo que pase siento una gran admiración por la mujeres, podría decirse que soy el único hombre que las entiende, no obstante, creo que jamás podré aplicar mis conocimientos en mujeres dado que mi corazón te pertenece a ti, Nicolás. ¿En que estaba? Así, lo difícil de ser mujer.

Pasado las dos primeras semanas de adiestramiento femenino, sucedió algo que no pensé que sucedería, ¿Algunas vez te has preguntado por qué las mujeres se colocan tan irritables durante un tiempo determinado? Resulta que lo descubrí, de una manera muy, pero muy dolorosa...

-mi'ja!!! Traigamele agüita de oregano!- Magdalena, gritaba dando órdenes a las más jóvenes de la chingana- mire've que nuestra Jaime se nos va a morirele 'e dolore!

-pero que bruta la china esta! No la llame Jaime, recorda'h que es Hazmin pue'h - reclamaba Rosario que traía la infusión- aca se lo'h traje mi ñiña... y tanbiem le trae'je su merenjunje que le dio la so'a Gertrudis-

-¡¡no quiero tomar más esa mierda!! Quiero volver a ser yo- gritaba mientras se retorcía por el dolor proveniente de su útero- ¿Por qué carajos me pasa esto a mí?-