Decir adiós es difícil...

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30 de octubre de 1823, Concepción

-ahhhhh...-suspiraba la muchacha acomodando todo lo que estaba en la mesa.

-Qué le pasa Eloísa?- aparto la vista de su libro para mirar a la joven

-No es nada, no se preocupe señorito Nicolás, sólo me acorde de algo pero no tiene importancia- seguía sirviendo él té

-Eloísa, la conozco, algo la está preocupando- la mujer lo miró y suspiró, tomó asiento a un lado de su patrón

-es que como que me duele el pecho-

-Necesitas un médico?- la miro con preocupación. Para él, Eloísa era como una hermana, se criaron juntos y le había tomado un gran cariño

-no, no es pah médico, es que tengo un mal presentimiento-Nicolás la miro serio, conocía a la perfección como era la intuición de esta mujer.

-sobre qué? Es algo muy malo?-

-no sabría decirle, como que me vino una angustia y me acorde del señorito naiko-

-no debes preocuparte por él, falleció hace ya tiempo y debe estar en un lugar mucho mejor que este-

-y de dónde sacó eso? Él está más vivo que mi taita...-alzo su mirada-oh... creo que hablé demás- se levantó rápidamente de su asiento, nerviosa comenzó a retirar la losa sucia de la mesa- creo que es mejor que me lleve esto al lavadero-

-Eloísa-se colocó de pie y la detuvo- que es lo que me estas ocultando?- en su rostro podía denotarse todo el nerviosismo que le ocasionaba esta escena, desviaba su mirada, ella sabía que había cometido un error al hablar demás.

-Es que... el señorito no está nah muerto, el huyo y me hizo prometerle que no debía contarle a nadie- Cubrió rápidamente su boca. Nicolás, sorprendido, se sentó nuevamente, no podía creer lo que sus oídos escuchaban. Había pasado años creyendo que su mejor amigo habita cometido tal pecado como es el suicidio. Sonrió, por su cabeza pasaron imágenes de su infancia y juventud junto a él y la posibilidad de volver a encontrarlo inundaban sus pensamientos. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, la muchacha tomo un pañuelo y se lo entrego.

-Gracias...-seco sus ojos- solo estoy feliz-

-Lo sé... Señorito Nicolás debo pedirle que mantenga esto en secreto, nadie más puede enterarse-

-lo entiendo, debemos mantener esto entre los dos-

-entre los tres sería mejor decir- dijo la mujer rascando su mejilla

-como que tres?- miro confundido a la muchacha

- si pue'h... es señorito Edgar también lo sabe- Nicolás miró a la joven.

-Como se enteró de eso el Edgar?-

-El señorito Edgar siempre lo supo- El moreno frunció el entrecejo- pero no se me enoje, si fue el mismo señorito Naiko que le pidió que no dijera nada-

-aun así, es otra mentira que se suma- suspiro. La joven no pudo evitar sentirse un poco culpable, en parte, ella igual le había ocultado la verdad. Nicolás pudo percatarse de la actitud que había tomado su sirvienta y cambio rápidamente de tema-Eloísa, no te preocupes- la joven posó su vista en su patrón y sonrió- ahora que lo pienso... de donde salió el nombre Naiko?-

-ahh, eso? Yo le coloque de esa forma... es que usted y el señorito se llaman igual y como que se me le confundían cuando éramos pequeños-

-pero que cosa significa? Nicolás y Naiko son bastante diferentes-

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2015 ⏰

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Todo lo que hice... lo hice por tu amor //Jainico// JaidefinichonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora