Por mis compañeros caidos

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20 de octubre de 1823, en alguna parte al sur de Chile


-Descansemos aquí, al levantar el alba partimos a Valdivia...Advierto que no esperaremos a nadie- dijo para luego acercarse al Jaime- bebe un poco...- le dijo mostrándole una pequeña botella

-qué es esto?- lo miro destapando la botella sintiendo el olor a alcohol

-Ron, lo tengo desde hace un tiempo... me lo trajeron unos tipos- dijo sentándose a un lado del otro

-contrabando?-

-de que otra forma pude haberlo conseguido?- sonrió levemente. El barbón bebió el brebaje y arrugo la cara

-puajh!, esto sabe horrible-se lo entregó

-hahaha! Hubieras visto tu cara, a nadie le gusta la primera vez que lo beben-

-entonces, por qué me diste a probar?-

-para molestarte- El rojo lo miro con el ceño fruncido. Oscar, se levantó dirigiéndose hacia el resto de sus hombres.

Nuestro querido Jaime, se quedó solo, solo sentado en aquel árbol, pensando es su Nicolás. Las cosas no estaban del todo fácil. Un joven de la guerrillera, se sentó a su lado y lo quedo mirando

-qué pasa? Tengo algo en la cara?- el muchacho sonrió

-es que desde hace rato que lo veo con esa expresión tan triste-

-no tengo porque contarte mis cosas-

-lo sé, pero a veces es mejor decir las cosas que guardárselas, no cree?- el barbón lo miro con una ceja alzada, dio una riza burlona y lo ignoro- oiga, no me ignore... si quiere me presento, me llamo Nicolás, no uso mi apellido para no colocar en riesgo a mi familia- al escuchar eso, se volteó rápidamente a ver al muchacho. El joven sonrió- Que? Le molesta mi nombre?

-no, solo me hace recordar a alguien...-

-se puede saber a quién...?-

-no creo que sepas quien es... su nombre es Nicolás Gaule- el muchacho lo quedo mirando con los ojos abiertos- que pasa?

-acaso... acaso ese Nicolás es heredero de una hacienda en concepción?-

-como sabes eso?- Jaime lo quedo mirando con el entrecejo fruncido, el muchacho se rio dejándolo más confundido- que te causa gracia?

-es que yo lo conozco, es un viejo amigo de infancia... hahahha!- dijo de forma muy alegre

- que pequeño es el mundo...-

-si...puede decirme Naiko si lo desea-

-y por qué Naiko?

-así me decía un sirviente de Nicolás y me acostumbre...-ambos se quedaron en silencio. Los días pasaron, el grupo de guerrilleros siguió camino al sur. Jaime había establecido una especie de amistad con aquel joven, supo de muchas cosas que le habían acontecido a este muchacho junto a su Nicolás. Llegaron a un sector muy cercano a su destino, a unos 3 días a pie, el grupo de guerrilleros decidió asentarse para descansar. El barbón junto a su nuevo amigo, se sentaron a disfrutar de aquel descanso, que, según ellos, les era merecido.

-y bien... me va a contar que es lo que te pasa?- El mayor suspiro y sonrió levemente, comenzó a contarle una parte de su historia, le conto la razón por la cual huía omitiendo varias cosas que le pasaron en el camino

-a pesar de que ya han pasado 3 años, y que O'higgins ya no es más el director supremo, aún sigo siendo culpado de un crimen que no cometí, es mas, pedí una reunión con Ramón Freire pero me fue negada por ser un prófugo

Todo lo que hice... lo hice por tu amor //Jainico// JaidefinichonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora