Prólogo: La miel de tus labios

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N/A: Esta historia ya la tengo casi completa. Es una adaptación de un fanfiction que escribí hace un año. Espero les guste y los invito a leer "La última gardenia" puesto que es de relevancia para esta historia. Digamos que es una precuela. Basado por supuesto en "The stick of truth". Procuraré subir "CATFISH" esta noche si no es que mañana. Gracias. ¿Es malo pedirles review? (?) Parece que nadie comenta. Me deprime, no voy a mentir.
Espero les guste al fin y al cabo.

Solamente el prólogo estará relatado en primera persona por Kenny, lo demás es en tercera persona.

Para Miranda.~ Aquí está tu Crenny.


Prólogo: La miel de tus labios

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El amor es como una guerra: fácil de iniciar, difícil de olvidar, imposible de olvidar

Henry Louis Mencken

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Una vez más el frío azotaba al pueblo y a como diera lugar, intenté buscar algo de leña en las afueras del bosque, sin éxito alguno para mi acostumbrada mala suerte. Derrotado regresé por el largo sendero internado en el oeste. El páramo como siempre, se encontraba resplandeciente de una flora tan bella que nunca era cansado mirar. No fue sino un ruido extraño lo que me hizo virar unos metros tras de mí. Procuré hacer el menor ruido posible pero las ramillas bajo mis zapatillas no me ayudaron mucho. Pegué tremendo brinco cuando en ataque —o eso creí—, una cosa peluda me saltó encima. ¿Qué rayos? Juraría que la falda de mi vestido llegó a levantarse un poco. Como respuesta rápida posé una mano en mi entrepierna y bajé la tela en un santiamén, acto seguido me aseguré de estar sola. ¿Por qué razón?

Hace más de diez años que he fingido ser una chica —quince, para ser precisos— justo ahora soy la "hija" del difunto ex florista personal del rey. La razón es simple: ¡Esconderme!
Mi padre en vida le tenía infinito miedo a que algún día me tomaran para el batallón de guerra. La razón es algo extraña para mí, pero no por ello dejaría a mi padre con el desasosiego en las manos. En primer lugar, porque alguien más contaba de mi existencia para vivir y eso me mantenía atado completamente.

Los últimos años la pelea con el reino contiguo ha ido empeorando a paso agigantado y la única manera de estar "a salvo" es siendo un infante o una mujer. No es que le tema a estas cosas y mentiría si dijese que no me incomoda..., pero el último deseo de mi padre es que logre casarme y hacer una linda familia justo como la nuestra lo fue algún día; proteger lo que nos queda y luchar por nuestro día a día. Me pregunto aun, ¿de qué manera se está más a salvo? Evitar la guerra o fingir ser quien no soy. Una u otra terminarán mal, lo presiento y siempre estuve consciente de ello; no obstante, ya está hecho.

Mi hermano mayor, Kevin, murió en la batalla hace poco más de ocho años, al ir en contra de la petición de nuestro padre. La ridícula idea de mantener nuestra identidad escondida; fue entonces que todo empeoró y cuando eso sucedió, Stuart decidió ocultarnos aún más de la guerrilla. Mi hermana menor, Karen y yo, ahora nos vemos obligados a esconder una verdad que me podría costar la vida, o quizás a ambos, puesto que es muy seguro, a mi pequeña princesa la culparían de complicidad, ignorando por completo su edad.
Aunque justo ahora me vea obligado a mantener el pequeño negocio de mi padre, para cubrir los gastos médicos de mi hermana, no me molesta y con toda la sinceridad que poseo, me cuesta llevar vestido y mantener una cabellera larga. De esta forma, y al tormento del destino fortuito, no descansaré hasta ver cumplido el sueño de mi padre, y más que cualquier otra cosa: Trabajaré con sangre y sudor si es necesario para tomar la felicidad de Karen y abrigarla, para que nunca escape. No dejaré que la enfermedad se lleve a otra persona especial para mí. Así que no me rendiré.

La última canción del crisantemo [CRENNY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora