-- ¿Estás mejor? Em -Me pregunta Tana preocupada.
-- No.
-- Joder, siento mucho que te pasara esto, aún no me lo creo de Rais.
-- Yo tampoco. ¿Y Natasa? Aún no ha llegado.
-- Ah, si, ayer, estábamos entrenando y Landon le hizo la zancadilla, de broma pero, consiguió esquivarlo.
-- ¿Y?
-- Después Nat se la hizo a él, y ya sabes como es Landon, a veces es un poco...
-- ¿Bruto? ¿Agresivo?
-- Se llevó su pie por delante y doblo el tobillo asta límites insospechables.
No puedo evitar reíme, Tana se ríe conmigo.
-- Enfín, ahora tiene que estar lisiada durante treinta días. Eh, mira, por aí va Rais. ¡Holaaa! -Le tapo la boca con las manos y nos metemos en el baño
-- Pero, ¿qué haces?
-- Pues saludarle.
-- Parece mentira que te haya dicho que...
-- Se lió con una tia pelirroja en mi fiesta de cumpleaños. - Interrumpe Silvia, que estaba aí antes de que llegaramos.
-- Ya lo sabíamos. -Replica Tana.
-- Sólo era por recordartelo, ¿no lo estaba haciendo Em?
-- ¡Si ni siquiera es verdad! ¡Eso te lo has inventado tú porque a ti, te gusta Rais.
-- ¿Piensas que voy inventando mentiras de la gente y las cuento por aí?
-- Pues...más o menos...sí.
-- Vámonos de aquí. - La cojo de la mano y tiro de ella hacia nuestra clase, las cuales, me pasan eternamente.
No hacía mucho caso de lo que decían los profesores, sólo hacía aviones de papel y apuntaba lo que tenía pensado decirle a Rais al salir del instituto. El cual también estube evitando durante todas las clases.
...
-- Hola. -Sonríe al ver que le hablo después de toda la mañana.
-- ¿Es-es cierto? Rais. -Tengo ganas de llorar.
-- Em, no sé por qué estás así conmigo, dime ¿qué quieres saber si es cierto?
Me lo imagino morreandose con esa tía que dijo Silvia.
-- ¿Sabes qué? Vete a la mierda. - Y le tiro el refresco que llevaba en la mano por la cabeza.
-- Muy buena esa, Em. -Me felicita Tana.
Pero, no me siento bien, ni si quiera me siento mejor.
Cuando me doy la vuelta está hablando con una chica, una chica con el pelo rojo.