El amigo de mi padre

Capitulo 2

-hija... Despierta- grito Cristopher.
Nadie contestó, el silencio parecía el de una bella noche en medio del bosque.
-hija, dale, despierta- grito Marie.
Siena se despertó, vio el despertador, y al ver la hora se levantó corriendo de su cama, corrió al baño, se dio una de las duchas más cortas de toda su vida... Se lavó los dientes, la cara, fue hacia su guardarropas para vestirse. Eligió una bella falda de jean, una remera blanca con un pequeño fragmento de la canción "Dear Mr. Presidente" de Pink y una Converse blancas... Se puso su campera negra de cuero, se puso perfume, agarró su bolso y bajo hacia el comedor de su casa.
-¡alfin baja la princesa de la casa!- exclamó Cristopher.
-recuerda que no hay familia real sin princesa, como no hay sin rey o sin reina.- dijo Maria- esto quiere decir que que somos pocos, somos tres, pero sin uno de nosotros la familia no estaría completa.
-no le hagas caso a los royos de tu madre- dijo Cristopher en un chistoso tono- lo que quiere decir es que te amamos.
-saquemonos una foto- propuso Siena.
Sus padres se miraron y sonrieron.
El padre fue a buscar la cámara. Al encontrarla junto con su pie, los tres se juntaron, Cristopher puso el temporizador de la cámara y esperaron unos cinco segundos hasta que la cámara pudiera tomar la fotografía.
En la imagen se observaba a la bella familia. Esas típicas que aparecen en las películas. Ese típico padre vestido de traje, caros zapatos y refinado peinado; esa típica madre de cabello perfecto, bellas blusas de seda, hermosas faldas que combinan con las blusas, caros sacos y tacones; esa típica hija, hermosa, alta, rubia, de suave y hermoso cabello, popular, con hermosa ropa y envidiada por todos.
-hija, nos enteramos de lo que paso ayer con Zac- dijo Marie en un tono serio.
-ma, pa... Juro que lo intente, pero... ¡Me corto el rostro en la casa!- grito Siena nerviosa.
-tranquilizate- pido Cristopher- lo sabemos. Pero de todos modos tengo algo que decirte... Zac ira contigo a la G.P.G.M. (Gran Preparatoria de la Gran Manzana).
-¿que?- Siena estaba más nerviosa aún.
-te pedimos que hagas tu último esfuerzo- pidió su madre- juro que si vuelve a pasar lo mismo te dejaremos de molestar.
- de acuerdo- Siena aceptó- pero tampoco le Andaré rogando...
-¡gracias!- ambos padres gritaron emocionados.
Siena miro su IPhone, se sorprendió al ver la hora. Agarró una manzana, saludo a sus padres y se fue hacia la preparatoria.