II Pasión Por Un Juego

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Siempre cada día, al medio día, luego de salir del salón, venía hacia el anfitrión del juego, que siempre era uno de ellos tres, y se unía, entonces llegaba al comedor y rápido salía para empezar a jugar, ya que este juego es su pasión. Ya que este era un juego al extremo, cada día cuando lo jugaba salía con muchos moretones en las piernas. No le importaban, y seguía corriendo hasta cansarse, ya que estos no le dolían para nada, y es como si nunca se los hubiera hecho. El terreno no era muy bueno para jugar, siempre se salía o con los zapatos muy sucios o rotos, pero con este terreno aprendieron a no tener miedo a nada. Así que podían bajar, tirarse por cualquier lugar o escalar obstáculos rápidamente. Yamil le tiene mucho miedo a las alturas, ya que cuando era pequeño siempre todos los días tenía la pesadilla de caer por un precipicio sin fin. Pero con este juego aprendió a vencer ese miedo en cada situación que se encontrara, y con la adrenalina en las venas aún más.

Este juego era grandioso para todos, no se cansaban de jugarlo, era algo nuevo que probar, que inspiraba a sobrepasar todo tipo de retos u obstáculos. Un día cuando Yamil estaba jugando normal, alguien nuevo se une, quería probar el juego, entonces lo pusimos a contar, este chico pudo alcanzar a todos con facilidad, incluso al que era el más rápido hasta ese momento. Entonces cada vez que alguien iba a tocarlo, se rendía fácilmente, solo se podía tocar con un grupo grande persiguiéndolo. Yamil no se rendía, seguía esforzándose pero jamás lo alcanzó, hasta un día que se dio cuenta que era el segundo más rápido de la escuela, pero eso es ya otra historia que se contará más adelante. Yamil era muy competitivo así que le gustaba mucho hacer retos y la acción, el sueña con ser el mejor atleta de todo el mundo, no de los mejores, si no, el mejor de todos.

Haciendo lo que Amo y Amando lo que HagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora