Narra Rebecca
Llegué lo antes que pude a casa. Papá me esperaba sentado en el gran sillón que adornaba el salón. Por su cara parecía que nada iba bien, y me preocupé un poco
-¿Papá que pasa? ¿Por qué necesitabas que viniese tan rápido?
-Hija necesito que te sientes. - y así hice, me sente en un sofá, mi padre comenzó a hablar- Estos últimos meses el negocio no hay ido muy bien que digamos, no te dije nada porque no quería que te preocupases, pensaba que se solucionaría pronto pero ha sido todo lo contrario. La empresa se ha ido a pique, ahora solo dependemos de los ahorros, cariño. Esta situación no es fácil ni para tí ni para mí, intentaré buscar otro trabajo pero por ahora viviremos de eso.
En esos momentos yo no sabía que hacer, estaba en un estado de shock. Toda mi vida había tenido todo lo que quería y cuando quería, que ahora ya solo pudiese vivir con lo que tenía me parecía algo difícil de asimilar.
-Ehm yo, lo entiendo papá. Si me disculpas iré a mi habitación.
Subí corriendo las escaleras, no quería que me viese derrumbarme. Mi novio me engaña con mi mejor amiga y ahora nos quedamos sin dinero, esto no podría ir a peor. Decido mirar mi móvil para distraerme un poco. Tengo un mensaje de Austin, lo leo.
Hey Rebecca, espero que todo vaya bien ya que después de la llamada te vi algo preocupada. Bueno que espero que todo vaya bien, buenas noches.
Él está siendo muy bueno conmigo cuando yo me he portado como una perra siempre. Ahora mismo es el único que me queda.
La verdad que no, mañana te contaré. Gracias por preocuparte, buenas noches.
Con eso decidí irme a dormir, pues había sido un largo día y necesitaba tiempo para asumirlo todo.
