Capítulo I

175 6 2
                                    


-¡Abuelo!-Clama mi única nieta.
Esta salta a mi cama y besa mi mejilla tiernamente.

-¡Lucía, ¿Qué te he dicho? No grites, ni saltes de esa forma tan salvaje. Tu abuelo ya no está en condiciones para jugar.- Dice mi dulce nuera.

-Deja Paloma, está bien, yo también estoy emocionado de verlos, bueno, tu sabes-

-Te entiendo- me responde- Iré al auto a ayudar con la mercadería-

Paloma, se casó hace unos 8 años con mi hijo, Luciano. Ella es una de las personas mas tiernas que en mi vida pude conocer.
Su voz es tan calmada. Sus manos tan delicadas, su pelo crespo y voluminoso. Su aroma peculiar, me dice que la primavera aún esta presente aunque el frío sea crudo.

-Abuelo, te traje una vela con aroma a vainilla, tal como te gusta- interrumpe Lucia.

-Gracias mi princesa, ¿Puedes dejarla en mi velador y decirle a mamá que la prenda?-Toco su cabello y luego su mejilla.

-Si, voy de inmediato- Vuelve a besarme la mejilla y se retira de mi habitación.

Unos segundos después, suena la puerta junto a mi cama.

-Buenos dias papá, ¿Como haz estado?- Dice mi hijo con voz baja.

-¡Luciano! Ven aquí, y dame un abrazo-
Este se me acerca, toma mis manos, y luego me abraza. - Estoy bien, y ahora mejor que nunca. No sabes lo feliz que me siento cuando me visitan-

-¿Te haz tomado tu medicamento?- Pregunta él.

-Todos los días, cuando el gallo canta- Respondo y busco la cajita sobre mi velador para mostrarla.

-Me parece bien-Dice con tono gracioso.

Deben ser las nueve de la noche, el frío es notable. Mi hijo a prendido la chimenea en el comedor. Puedo sentir el delicioso aroma de la sopa que ha hecho Palomita.

-Abue, yo te ayudo- Lucia arrastra la silla con fuerza, toma mi brazo y me dirige para poder sentarme.

-No saben la alegría que siento al tenerlos en mi hogar- Digo sincero.

-Y no sabes lo contenta que me pone venir a visitarte en mis vacaciones- Mi nieta toma mi mano- Mis compañeros no me creen que vives en un pueblo donde hay mucha nieve, yo les digo que es el lugar más hermoso del mundo y que eres unas de las pocas personas que viven acá, pero me dicen mentirosa- suspira Lucía.

-Dejalos, solo sienten envidia. Nunca se les ha congelado la nariz como a nosotros-

-No nunca- Responde mi pequeña con esos aires de superioridad.

-¡Ya está! La Sopa está lista, todos a la mesa- Mi nuera deja un plato de sopa, con vapor caliente en frente de mi, huele muy bien.

¡Pero por Dios, esta sopa está muy buena! Tiene manos para esto, cocinar con amor. A mi mente vienen muchos recuerdos, tan gratos momentos.

-Vida mía, ¿Recuerdas nuestra primera cita?-Dice Luciano.

-Por supuesto, en la que me dejaste plantada- Responde Paloma.

-¿Papá te dejo plantada?-Lucia está sorprendida.

- Si, según él, había mucho tráfico, pero yo digo que quería hacerse el importante-

-¡Que feo papi!

- De verdad había mucho tráfico, el taxi estaba atrapado - Mi hijo aclara inmediatamente- Pero no me quedé de brazos cruzados. Corrí 16 cuadras a toda velocidad. Llegué a la casa de tu madre, salté la reja. Luego me subí a un gran nogal que daba a su habitación y entré - suspira- Para mi mala suerte, me recibió con un gran golpe, pensando que era un psicopata-

-Y eso eras- Paloma interrumpe.

-Pero si ya me tenias loco-Rie- Es entonces cuando ella se da cuenta de su equivocación. Se asusta demasiado y baja corriendo a la cocina por un cuchillo-

-¿Sabes? Si hubiese estado un poco más enojada, con ese cuchillo hubiese atentado contra ti- Ríe Paloma.

-Pero en vez de eso coloco el cuchillo frío, en mi frente para calmar la hinchazón. Se sintió tan culpable la pobre, que me dirigió a la cocina. Después de 20 minutos, había terminado de hacer sopa, una igual a esta. Era la más exquisita sopa que había probado. En ese momento me flechó aun más-

Sonó un beso, y luego risas.


Había pasado una media hora, me dirigí a mi alcoba. Mi pijama, como de costumbre, se encontraba bajo mi almohada. Con mucho cuidado me lo coloqué, y me acosté.

Mi oído es algo sensible, siento una respiración y pasos aproximándose hacia mi.

-Abueee, ¿puedo quedarme un rato aquí? - Susurra mi pequeña.

-Siiiii- La imito.

Ella se acuesta a mi lado.

-¿Puedo prender la luz?-

-Si- respondo- Sabes que no me molesta-

-Quisiera que me contaras una historia, ¿puede ser?-

-Si, ¿Que tipo de historias te gustan?-

-Abuelo- dice muy seria- Tu sabes que a las niñas como yo, nos gustan las historias románticas y de amor-

-Está bien, te contaré una historia de amor- La abrazo.

En el año 1972, un joven al que llamaremos Simón, estaba paseando por la orilla de la playa, como lo hacia cada mañana.
Esta era su playa, sólo para él. El acceso a este lugar era limitado. Solo el sabía como llegar ahí. Cada mañana junto a su único compañero Goliat, un pastor alemán, caminaban por aquella arena blanca.
El reconoce que eso lo mantenía calmado y sereno. Observar tan perfecta majestuosidad lo hacia agradecer todos los días a su magnifico creador.
Cierto dia, en aquella playa, se percarta qué un cuerpo estaba barado en la orilla del mar. Desde esa distancia no lograba ver con claridad, lo que por instinto lo hizo correr de inmediato hacia aquella persona.
Goliat se adelantó.
Simón llegó al lado de la jovencita de unos 15 años quien estaba inconsciente.
Presionó su pecho y luego la dio vuelta para conseguir que botara toda el agua que había tragado.
Esta comienza a tocer muy fuerte, lo ve y luego comienza a llorar. Lo abraza y le agradece por haber actuado tan heroicamente.

Simón
En mi corta vida había visto tanta belleza. Si estaba encantado con aquel lugar, ella era la guinda que mamá colocaba en sus tortas.
Su piel blanca, tan blanca como el cuarzo, sus ojos de un color extraño, o quizás muchos colores extraños. Sus pecas en su mejillas y nariz. Su cabello castaño oscuro con ondas, ondas tan perfectas como las olas Del Mar.

-¿Te encuentras bien?-

Ella comienza a llorar asustadisima. Su rostro cambia drásticamente de color. Está roja, tan roja como una fresa.

-Ss sss si - Su dulce voz, me causó una ternura única.

-¿Cómo te llamas?- Trago saliva.

-Lucia-

Ciegamente enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora