Capítulo 8

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-hola hijo- Hernesto saludo- tu madre me contó que ayer pasaste todo el día con esa muchacha.
-si- Matias afirmó- de hecho antes de ayer dormimos juntos.
-¿que?¡no sabía que eras tan rápido hijo!.
-no así como piensas... Sólo dormimos uno al lado del otro. No nos tocamos ni nada.
-¡ya empezabas a hacerme sentir orgulloso!.
Matias, furioso, se fue de la casa. Se dirigió hacia la lomada en donde habia conocido a Lola.
Se quedó allí pensando por un largo rato...
-¿que haces aquí?- lo sorprendió la voz de Lola que había sonado tras su espalda.
Matias se dio vuelta para ver tras el.
-que haces tu aqui?- pregunto Matias sorprendido.
-Desde que conocí este lugar vengó cada vez que necesitó pensar... Sobre ti, mi familia, sobre mi misma, sobre nosotros...
-sobre nosotros?
-si... ¡Sobre nosotros!- exclamó Lola.
-y que somos nosotros?- preguntó pícaro.
-¡cambiemos de tema!- pidió ella.
-de acuerdo...- rio Matias.
Más allá de haber cambiado de tema ninguno se olvida.
Hablaron de muchas cosas, muy opuestas, Matias constantemente sacaba el tema y Lola lo esquivaba. Estuvieron un largo rato en la lomada hasta que comenzó a oscurecer. Mati llevó a Lola a su casa y luego partió hacia la suya. Nuevamente discutió con su padre debido a que Hernesto le seguía pegando a Rafaela, además de que el viejo no paraba de criticar a su hijo...
Debido a que habían arreglado encontrarse, Matias paso a buscar a Lola por su casa y la llevó a un espléndido restaurante. Comieron un muy refinada comida y, más tarde, Matias acompañó a Lola a su casa, pero, a diferencia de otras veces, el también entró. Sigilosamente subieron hacia la habitación de Lola y se hecharon a la cama de la joven y comenzaron a besarse. Lentamente, Lola comenzó a quitarle la camisa a Matias... Siguieron besándose. Luego de un largo rato de besos, Lola miro fijo a los ojos y se quitó la blusa... Siguieron besándose.
Matias estaba fusionado. Intento quitarle el sostén, Lola le puso la mano sobre el brazo a Matias, lo miro fijo a los ojos por un largo rato y, más tarde, de un avasallante silencio salió corriendo hacia el baño. No salió de allí.
Matias se quedó esperando por un largo tiempo y , luego de ver que no salía, agarró sus cosas y se fue hacia su propia casa...
Pasaron muchos días, muchas semanas, vivían literalmente al lado y siempre encontraban la forma de ni cruzase...
El destino los quería juntos, y se notaba, ya que, a pesar de tantos esfuerzos, se volvieron a encontrar. Lamentablemente, fue la peor manera de volver a verse luego de lo sucedido.
Lola se encontraba en su casa un dia de frio, viendo una pelicula,talada con su suavisima manta y comiendo pochoclos. Oyo gritos, al principio no les presto atencion. No sesaron. Luego de un largo tiempo de escuchar molestos ruidos que arruinaban su pelicula, se paro del sofá, abrió la puerta de su casa y siguio el sonido de los gritos, para saber de donde provenían. La detectivezca investigacion llevo a los peores resultados. No era una muerte ni nada del estilo, si no que los gritos que Lola escuchaba desde ya un largo rato venían de las casa vecina. Tenia miedo, de verlo, de volverlo a encontrar. No sabia si era realmente, miedo o pudor. Pero mas alla de eso, Lola sospechaba que Ernesto era extraño, y tenia miedo de que le ocurriera algo a Matias, o a su familia. Entro a la casa, se paralizo.

Extraños vecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora