Un amor ILEGAL (PPGZ Y RRBZ)

CAPÍTULO 14

Los chicos misteriosos salieron del hospital , dirigiéndose a su guarida secreta.

-qué bueno que los hayamos

Gonzalo un chico alto, delgado de piel palida, pelo marrón claro, ojos verdes con toques marrones. Edad 15.

-si, pero no podemos bajar la guardia tan fácilmente

Natalia. Alta, piel blanca, pelo negro que le llevaba hasta un poco más abajo de los hombros, ojos color cafes claros. 14 años.

-si tienes razón- bufo rendido el castaño- pero, ya los encontramos solo debemos avisarles a los demás y pan comido...

- idiota- le pegó en la cabeza provocando que este se tambaleara en su lugar tomando equilibrio- no estés tan tranquilo.

-Pero dejándolo de lado, ¿se lo diremos al jefe?.

-no lo se....

El entorno se rodeó de inmediato en un intenso e incómodo silencio. Gonza inalando por la nariz dejó salir las palabras cómo cascadas.

-no le digamos nada- propuso contento- Él nunca se enterara.

-preferiría eso Gonzalo pero no podemos esconderle el secreto.

GONZALO

Porque tiene qué ser así Natalia porque, no dejes que es hombre destruya tu vida, tu eres mucho mas que solo una simple asesina ¿Porque no quieres abrir los ojos de una vez?.

-tsk...cómo quieras.

-vamonos, debemos seguir vigilandolos.

***

-¡oh muchachos! Qué bueno que llegaron.

-buenas noches jefe.

Yo sólo me quedé callado cruzando los brazos, nunca pero nunca tendré respeto ante tal animal como este.

-y bien muchachos ¿que informacion han recogido hoy?.

-aquí esta lo prometido....

-Naty ven aqui un momento.

Tomé la mano qué contenía el sobre y la obligue a entrar al armario de limpieza conmigo.

-Gonza pero que rayos contigo.

-Natalia no lo hagas.

-ya hablamos de esto..no tenemos de otra.

-si tenemos otra opción, tú eres la única que no abre los ojos- por más que reteni las ansias de gritarle no pude hacerlo, acumule mucho aire y dejé salir todo- ¡NO TE DAS CUENTA QUE NO TE QUIERE, QUE SÓLO TE ESTA UTILIZANDO! No permitire que..

NATALIA

No pude aguantarlo más, lo callé dandole una cachetada dejando su mejilla derecha toda roja, cada detalle de mí mano se veía claramente en su rostro. Esto es raro, nunca lo había golpeado en toda nuestro tiempo juntos hasta el día de hoy, pero estoy harta de que aún no se de cuenta de lo que estoy haciendo.

-cállate- murmure en voz baja mientras salía del armario dejando a Gonzalo mirando el suelo.

-que buena niña eres, te felicito.

Quedé mirando algún punto muerto de aquél sitio avergonzada, se que esto no es bueno. Estoy consiente de que esto es malo para mí pero no me queda de otra.

-aquí tienes lo que nos pediste.

Temblorosa entregué mis apuntes sobre estos chicos al jefe el cuál con una gran sonrisa analizó la información.

-eres fantástica- se dirigió a mí guardando los papeles en un armario- no eres tan inútil cómo ese bueno para nada.

-no lo trates así- susurre con terror esas palabras.

-¿que dijiste?- se acerco de una manera violenta agarrandome el cabello- tú me perteneces al igual que Gonzalo y todo el resto de tu mugroso equipo, ¡NO QUIERAS PASARTE DE LISTA CONMIGO!.

Después de haberme arrojado al suelo comencé a llorar silenciosamente sin que nadie lo notara. Ya verás maldito viejo, cuando me libre de ti pagarás por todo el daño que le ocasionaste a mí familia, a mis amigos... y a mí.