Un amor ILEGAL (PPGZ Y RRBZ)

CAPÍTULO 27

MIYASHIRO

Lunes por la mañana, las nubes grisaceas tapan al radiante sol dándole paso al cielo nublado junto a sus relámpagos que amenazan en salir en cualquier momento. Sentado en la ventana de mí habitación observo caer las primeras gotas de lluvia, más y más de éstas continuaron callendo con fuerza inundando la soledad. Mis pensamientos fluian cómo cascadas sobre mí vida.....nuestras vidas habían cambiado completamente gracias a aquéllas chicas; mí cabeza involuntariamente atrajo una imagen-de cuyas chicas he mencionado antes- la cuál una rubia de ojos celestes fue agrandandose poco a poco hasta quedar en el centro de todo, sólo ella y nada más qué ella invadía mis pensamientos a cada rato.

Miyako Gotokuji, famosa ladrona de Tokio y enemiga N.1 en las agencias policiales a robado inconcientemente mí corazón.

Loco, ¿verdad?.

Y que les puedo decir, esa chica me trae loco, un miserable idiota bajo sus pies, pero soy el miserable idiota más feliz del mundo cuándo estoy con ella. Miyako es mí vida, mí mundo, mí todo....inclusive, mí verdadero amor.

Patético, ¿verdad?.

Cómo una persona puede enamorarse de otra con tan sólo meses de conocerla, sin saber de su pasado- completamente-, de su presente y su futuro. Una persona NO puede enamorarse con tan sólo lindos e inolvidables meses, patético, pero soy el patán más afortunado del siglo.

Una escasa sonrisa se apoderó de mí rostro junto a unos afiladisimos dientes blancos con mis costados chuecos.

-debería ponerme aparatos- pensé para mis adentros.

Lentamente me levanté de la silla y caminé despreocupado dónde una vez allí fui directamente a la cocina para prepararme algo de comer. Soy un gordo por ingerir a cada rato, pero así soy yo.

Nuevamente Miyako volvió a mí cabeza, pero ésta vez con una sonrisa angelical, tan preciosa, tan ella.

Que alguien me ayude, porfavor.

Necesito ayuda o me volveré loco.

Un loco de amor.

Pero no cualquier tipo de loco, sere una persona loca de amor, loca de amor...

Por Miyako Gotokuji.

Qué tiene, o mejor dicho, que tendrá esta personita para tenerme en este estado tan...¿drástico?, ¿crítico? O talvéz ¿paranoico?.

La palabra perfecta para describir esto aún no la se...espero algún día encontrarla y finalmente aclarar todas éstas preguntas que mí cabeza lanza automaticamente y sin descanzo.

***

Martes por la mañana, la gran tormenta de ayer desapareció de repente dando la bienvenida al inmenso sol con su penetrante color amarillo/anaranjado, que sí llegas a mirarlos atentamente quedarás embobado por su belleza. Costosamente me levanté de la cama y prendi la radio. Al vivir sólo en un departamento grande el silencio llegar a molestar algunas veces, ésta es una de ellas precisamente; fui al baño y tomé una pacífica ducha, las gotas de agua caían en manada sobre mí cómo la lluvia de aquél lunes triste y desolado, una vez terminando me vestí con el uniforme y salí de casa dónde allí tomé el transporte público sentandome en las últimas filas de atrás recargando mí frente sobre el frío vidrio.

¿La radio? Quedó prendida para que las cosas en casa no sufrieran extensas horas de frialdad hasta que vuelva otra vez.

Ilógico, ¿verdad?.

Pues como dije anteriormente sólo yo y nadie más que yo entiende mí locura, y éso es fascinante. Quience minutos pasaron y el chofer me dejó frente a frente en la estación, baje con cuidado sin antes darle las gracias.

Los modales son lo primordial en el mundo.

Cómo olvidar aquélla frase que mí mamá repetía diariamente, debería aprovechar el verano e ir a visitarla...hace tiempo que no lo hago, ¿estará bien? Es una mujer fuerte, inteligente y elegante; pero a la vez es tan débil como una hoja, tan inocente que cualquier idiota podría venir y herirla fuertemente. Hay madre, tantas cosas que contarte.

-buenos días Miyashiro.

Algo en mí ser estalló cómo sí de fuegos artificiales se tratase al oírla hablar.

-buenos dias, Miyako- respondí relajado con una gran sonrisa.

Éste día no podría ser mejor.