Todas las noches cierro los ojos con las esperanza que cuando me vea dormida se vaya, pero se que es algo inútil, él no tiene compasión de mi, piensa que soy un juguete inservible y sin emociones.
Y me odio a mi misma por que ahora se que vendrá y estoy parada al pie de la cama desnudándome por miedo a que se ponga violento.
Escucho el sonido de sus pasos por el corredor, cierro los ojos y cuento:
"Uno, dos, tres..."
Aun no estoy lista, susurro antes de que entre pero él no me escucha. Sonríe al verme tan preparada y se baja el pantalón.
Me tapo la cara y comienzo a sollozar en silencio.
"¿Donde estas mamá? ¿Por que dices que él te da felicidad? ¿Tan segada de necesidad estas? " pienso al sentirlo sobre mi.
"Arriba. Abajo. Arriba. Abajo."
"Uno, dos, tres. Uno, dos, tres."
Pero esta bien, entiendo. Necesitas a alguien que te cuide y te haga sentir amada; y dijo sentir, por que eso hace, te hace sentirlo, pero él no te ama.
He contado mil números... pero bueno ellos son infinitos y yo ya me resigne a vivir así.
