Set this world on fire.

Prólogo

Todo comenzó, una tarde de septiembre.
Allí estaban, en un parque cerca de la vivienda donde la apenas recién mudada Anissa los vio por primera vez, vio a sus futuros mejores amigos. Sin conocerlos o juzgarlos pensó que eran buenas personas que siempre estarían para ella. Obvio que en ese momento no lo sabía, ella no sabía que tendría una amistad repleta de locuras con los chicos más increíbles de la tierra. Tenían aproximadamente entre un promedio de entre 11 y 12 años, siendo ella la más grande.
Se acercó temerosa pensado que pasaría si la rechazaran. Para tener doce era muy tímida.

-¿Qué haces Adeline?, ¿lo mataste?- dijo una niña, estaba aterrada al ver que su amiga jugaba con un ave muerta, parecía de unos diez años y tenía unos hermosos ojos azules. Era extraño ya que no siempre conoces a una niña con cabello castaño y grandes ojos de color azules.

-Ya, Minna. Yo no lo maté lo he encontrado así...- Otra niña con ojos azules, pero con un lindo cabello dorado.

-¡Hola! ¿Cómo estás?, ¿eres nueva?-. Dijo ésta mirandome con sus grandes orbes azules. ¿Me hablaba a mi?

No sabía que responder a su pregunta que obviamente era muy fácil de contestar, solo largó lo primero que se le vino a su cabeza.

-Hola, eh, mi nombre es Anissa, amh, estoy bien y amh, soy nueva en este país-. Muchos "amh" en tan poco tiempo...

-Bueno, niña "amh". Nosotras somos Adeline y Minna.- dijo Minna apuntándose a sí misma.

-¿Que esperas?- preguntó Adeline y al ver que Anissa no respondía nada Minna la codeo para hacerla entender que quería jugar con ellas. -Cierto... ¿Quieres jugar con nosotras?. Estamos esperando a los chicos, nuestros amigos, pero podemos empezar sin ellos.

-Claro- respondió con una pequeña sonrisa.

Pasó el tiempo y empezaron las preguntas como "¿Cuál es tu color favorito?" o "¿Qué edad tienes?"
Para tener un año menos que ella, sentía que sabían hasta cosas que Anissa ni se imaginaria.

-¡Hola Chicas!- dijo una voz de chico mejor dicho niño ya que sonaba como si fuera Simón de "Alvin y las ardillas". Anissa trataba de contener su risa tras escuchar la voz de este niño para no dar una mala impresión.

-Chris ¿qué te cuenta el mundo, idiota?

Anissa sorprendida pensó: "¿Qué acaba de decir Adeline?, ¿idiota?, esa niña es muy maleducada."

-Nada, ¿Quién es la nueva?- preguntó él.

-Se llama Anissa.- Minna respondió antes dejándome con un dedo levantado y con las palabras en la boca- ¿Los chicos?

-Están llegando en sus bicicletas ya que se quedaron esperando a Eliott- respondió.

Eliott, Chris, Minna y Adeline. Lo mejor es que todavía le quedaba más por conocer.

Mientras que las chicas hablaban con Chris, tres niños con sus bicicletas, aparecieron y las dejan en el césped.

A medida que se van acercando había logrado divisar que uno de ellos, Anissa había logrado divisar como son sus apariencias: el primero que ella vio fue el más llamativo; tenia sus ojos de color verdes oscuros y cabello de color naranja con unos rizos muy notorios. Otro de ellos es de piel algo morena y demasiado alto tan alto que dejo de lado su complejo por su altura de lado por éste. El tercer chico de tez blanca, muy blanca y de cabello castaño, se lo imagino y lo comparó con un vampiro. Por último... "no, ¿es en serio? Es completamente igual a Chris. ¿Serán gemelos?, ¡Oh, por dios!" Pensó. Ella creciendo con sus hermanos siempre supo lo que era una segunda y tercera mitad pero siempre le gusto la increíble idea de tener una gemela.

-Hola chicas.- Dijo el clon de Chris -¿Quién es ella?- Añadió refiriéndose a Anissa, ella se sintió incómoda por un simple momento.

-Es Anissa, es nueva en la ciudad- dijo Adeline.

-Hola Anissa, soy Zack.- respondió el clon de Chris.

-Yo soy Byron.- dijo niño el pelinaranja.

-Soy Eliott.- habló el chico alto.

-Y yo Ian.- dijo el chico vampiro.

-Le dijimos a Nissa si quería jugar con nosotros.- Anissa frunció su ceño confundida, fue extraño para ella obtener un apodo tan rápido.

-Esta bien. ¡Estas muy callada Nissa, dí algo!- dijo Byron con entusiasmo.

-¿Chris y Zack son gemelos?- se atrevió a preguntar Nissa.

-Si, si lo son- respondió Eliott.

-Los gemelos Dobrev- habló Ian.

-Bueno demasiada charla, vamos a los columpios- gritó Adeline.

Luego de que se dijo, los ocho se levantaron y fueron corriendo directo hacia los columpios. Corrían tanto que parecía una gran carrera, como si de ello dependieran.

Byron en su intento de "impresionar" columpiándose parado, cayó hacia atrás, por suerte Chris trató de atajarlo para que no se golpeara, pero se cayeron los dos juntos, Byron sobre Chris.

Lo único que se escuchaba eran risas y quejas de Chris ya que Byron había caído sobre el.

A partir de ese momento, el parque fue un lugar sagrado para esos niños. Fue ahí cuando los ocho, se miraron y coincidieron en una pequeña y simple cosa. Ellos serían inseparables...

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Espero que les haya gustado el inicio de esta aventura llena de amistad, esto está escrito y editado por dos personas. A cualquier error que vean comenten, ¡grácias!