La perdida de mi propia soledad.

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Recuerdo que dormía, como un ser que había tardado años sin hacerlo. Estaba en paz, tanto que no necesitaba nada más, solamente a mi madre y yo. Todo estaba bien. Moví mi cuerpo en la cama, y es ahí cuando escuche unos gritos de una mujer, yo los reconocía...¡ES MI MADRE! 

Intente turbulentamente abrir mis ojos, y despertar de tan profundo sueño, pero no pude, estaba atrapado. Sólo logre quedarme quieto, respirando con dificultad. Los gritos se transforman en jadeos, hasta que ya no escuche nada. Era tan obvio lo que habìa pasado, no podia creerlo...

C.R.U.E.L

5 años después...

-Te quiero-Susurè, ydejo un beso contra su frente. Hace más de una hora Teresa dormía, pero me era imposible no decirle eso. Yo acostumbraba a decírselo todos los días, no importaba que estuviera dormida, pero cada día era uno menos, y no podía cometer el error de dejarla ir como a mi madre. Pongo un brazo sobre sus hombros y me limito a intentar dormir, aunque sabía que no podría hacerlo...mañana mandaríamos al primero chico y chica al laberinto. 




Teresa y Thomas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora