¿Queres ser mi novia?

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Pasaban los días & cada vez nos íbamos acercando más con Sol. Yo quería que ella estuviera conmigo, que sea mi novia. Pero era obvio que no se podía, que eso era lejano, que no se iba a dar.

Los Lunes & los Viernes solíamos tener Gimnasia, salíamos 12:00hs del colegio & entrábamos a las 14hs. En ese tiempo que teníamos antes de entrar a gimnasia, solía quedarme con Sol en el bufet, aprovechar ese momento para hacer cualquier cosa, desde cantar canciones hasta aislarnos de todos e irnos a unas escaleras que se encontraban dentro del lugar, subiendo las escaleras & girando hacia la derecha había un espacio en el cual siempre estábamos con Sol, nadie nos veía, & ese era el momento perfecto para hablar con Sol & decirle todo tipo de cosas que le hagan saber que me gustaba, incluso el momento daba para poder acercarme más a ella en todo sentido.

Un día, tal vez era Lunes, quizá Viernes, no lo recuerdo, sólo sé que teníamos gimnasia, estábamos en las horas libres con Sol sentadas en esa escalera, hablando de todo & de nada importante a la vez.
-Vos sos mía, Sol. Sos toda mía, de nadie más, no te comparto con nadie.
Sol se tapó la cara con su cabello tan largo, podía verse que estaba muy sonrojada.
-Sol...¿Queres ser mi novia? -dije bromeando, pero a la vez deseándolo-
Ella no me respondía, cada vez la intimidaba más.
-Sol, dale, respondeme. ¿Queres ser mi novia...de mentiritas?
-Está bien. -respondió Sol muy sonrojada & me abrazó-

Éramos novias de mentiras, pero yo estaba muy felíz, tenía una felicidad tan inmensa. Pero tenía tanta culpa a la vez. Yo tenía novio, Eber era mi novio, yo no tendría porqué estar intentando algo con una amiga nuestra, encima era muy obvio. Estaba tan confundida, no sabía qué hacer. Si yo comenzaba a alejarme de Sol, en el sentido de dejar de demostrarle que gusto de ella & simplemente ser amigas normales, ella se ponía mal, incluso yo me ponía mal. Más de una vez intenté alejarme de ella, intentaba ignorarla, la lastimaba, pero ella siempre venía a preguntarme qué me pasaba. Siempre era la misma conversación, la misma discusión.
-¿Qué te pasa, Luna? ¿Por qué me ignoras? -preguntaba Sol preocupada-
-Nada, Sol, no pasa nada. -respondía yo enojada por no poder olvidarla-
-Sí, algo te pasa, sino no me ignorarías, no me tratarías así, me saludarías a la entrada del colegio o me abrazarías. Ya hay cosas que no me decís. ¿Por qué, Luna?
-Porque necesito alejarme de vos, no quiero sentir más todo lo que siento por vos, quiero que seamos amigas, amigas normales, no de esas que se dicen cosas que van más allá de lo que significan.
-Está bien.
Sol se iba siempre, pareciendo estar enojada pero en realidad yo sé que estaba dolida. Yo sabía que en algún momento del día iba a llorar. Yo la lastimaba, pero ella & todo me hacían confundir. A veces la lastimaba intencionalmente, tal vez si no podía alejarme de ella, ella podía hacerlo. Pero no, no la podía alejar, porque a pesar del sufrimiento que causaba en ella, por lo que me decía, ella me amaba.
No podía ignorarla ni dos segundos que ella ya se preocupaba. Era muy sensible. Cualquier cosa que viniera de mi le afectaba más que cualquier cosa que viniera de otra persona.
Odiaba que pasara esto, pero en los días que estábamos más que bien no se imaginan las veces que la miraba de arriba abajo. Se me cruzaban miles de cosas cada vez que la miraba o la pensaba. La imaginaba en mi cama, muchas veces simplemente besándonos pero otras haciendo el amor. La desvestía una & otra vez con la mirada. Incluso más de una vez me he tocado pensando en ella, jamás le dije por miedo a cómo fuese a reaccionar, pero tampoco creía que debía contarle.


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