Capítulo 3: Chiquita pero peligrosa

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Cuando desperté le sonreí al techo, hoy las aves cantaban y mi tía cocinaba, era un buen despertar, nada podía hacerme sentir mal.

Excepto que publiquen esta misma mañana la entrevista con Steve.

Y no hay nada malo con que lo publiquen, la verdad es que seguro divertirá mucho al público. El problema está en que Steve lo lea, y luego quiera tener mis pelotas en un frasco debajo de su cama.

No exagero, está loca, totalmente.

Pero loca de una forma terroríficamente tierna.

Ella decía cosas tipo:

"La verdad es que no es muy difícil, nací en un cuerpo de una niña que mató a su mamá y obtuvo el odio de su padre. Crecí siendo la única niña en una familia llena de varones, la casa de mi abuela era mi casa y la de mis primos, así que sí, un campo lleno de idiotas tratando de derribarme es pan comido"

Nunca pensé que alguien pudiese ser tan clara en eso como ella. Al parecer no le importaba pero mi corazón dio un vuelco cuando lo escuché solo en mi habitación una hora después, desde la grabadora.

—Alguien se ve muy feliz hoy ¿Quieres tocino? -dijo mi tía devolviéndome la sonrisa.

—No, no tengo hambre, anoche llegué tarde a casa y en ese momento mi estomago decidió despertar así que ya desayuné -le dije, sentí que le debía una explicación, la verdad es que ya era muy tarde cuando llegué a casa ya que me había quedado mucho rato con Steve.

Steve...

—Uh, mi chico ya se integró en la vida Miami -ella canturreó como si eso la hiciera muy feliz. Sonreí un poco más, si es que era posible, desde que mamá murió la tía Zoy fue lo más cercano a una madre que tuve, aparte de mi abuela.

—Sí, tal vez ya debería irme, tengo un artículo que entregar -sacudí la carpeta en la que tenía la entrevista. Ella me miró, alzó sus cejas y aplaudió hacia mi.

—Chico reportero, me gusta, ven y dale a la tía un beso antes de que te vayas a combatir al mundo, héroe -su tono dulzón me hizo reír, le di un beso en el cachete y ella pellizco mi culo.

—Tía, no soy un súper héroe, tienes que dejar de ver Spiderman -la miré acusadoramente esperando a que hiciera un comentario acerca de lo bueno que está Tobey Maguire.

—Es imposible que deje de ver esa película, Tobey Maguire me recuerda mucho a tu tío Dylan -ella se rió como si fuese muy divertido, el tío Dylan era el menor de los hermanos James y él definitivamente no se parecía a Spiderman.

Me despedí de mi tía con otro beso y me dirigí al colegio caminando.

Ahora que lo pensaba sí me sentía un poco como Peter Parker, solo que sin la picadura de la araña y los poderes de la telaraña y eso.

Cuando llegué al colegio estaba sorprendido de que hubiese tanta gente, con la fiesta de anoche pensé que más de uno se quedaría durmiendo.

Estaba pensando en lo que pasaría cuando le diera a Cathy la entrevista, ella me besaría los pies y me daría el cargo de director y todos me amarían en el periódico.

Y todo pensamiento se filtró de mi cabeza cuando la vi caminando, ella llevaba un jean que le quedaba súper ajustado y una blusa que marcaba su linda cintura y dejaba sus hombros de muñeca a la vista.

No me di cuenta que me había quedado como imbecil mirándola hasta que choqué contra un árbol que no había visto.

No caí pero creo que al otro día me saldría una cumbre.

Cliche not clicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora