Cliche not cliche

Capítulo 6: Lo siento no lo siento

Cuando me desperté tenía una mala sensación, esto me pasa siempre, esa cosa que se instala en mi corazón y me dice que algo va a salir mal.

Es lo más desagradable que puede crear tu mente.

Mi día pasó muy normal, la tía Zoy me estaba esperando con la misma comida grasienta de todas las mañanas, el atún que había comido en la noche me cayó mal, sin embargo, Steve tenía razón, estuvo asqueroso. Por eso salte el desayuno y corrí hacia el colegio.

Al llegar a este todo el mundo me observaba mucho, me ponía incómodo, no era que antes no miraban hacia mi... sí lo hacían, un poco, solo que hoy parecía que tengo un pene en vez de cabello.

Esto me huele a Steve.

—¡IDIOTA! -gritó una voz muy conocida, con la que crecí criticando cada respiración que doy-. Ty Bailey Hust, NO me ignores -volvió a gritar y seguí caminando hasta que sentí que una mano pellizcaba mi oreja.

Al parecer alguien ya volvió de vacaciones, wi.

—¿Qué quieres, Rose? -dije fastidiado, no era muy fan de la gente últimamente.

—¿No respetas? ¿Crees que porque andas con esa perra eres más persona que yo? -dijo ella molesta, empezaba a ser estúpida. No entendía lo que le pasaba, ella no era así.

—Wowowowo, tenemos una gata en celo presente -sentí su presencia antes de que hablara y un escalofrío recorrió mi espina dorsal. ¿Cómo su voz podía provocar tal efecto en mi? Que gay soy.

La cara de Rose cambió completamente, se puso pálida, yo sabía que ella le tenía un poco de miedo a Steve y vamos a estar claros, ella da un poco de miedo, o sea, es la capitana del equipo de fútbol después de todo.

Mi mejor amiga no sabía dónde esconderse.

—¿Puedes soltarme, Rose? Todavía sigues pellizcando mi brazo -estaba cansado, no sabía por qué, la mala sensación aumentó y quería sentarme.

—¡No puedo creer que realmente estés con ella! -exclamó, estaba haciendo una escena en frente de todo el colegio, comenzaba a molestarme.

—¿Qué tengo de malo, querida? Te prometo que te lo cuidare muy bien -río Steve en su cara mientras tomaba mi brazo y con sus uñas, perfectamente pintadas de esmalte rosa, comenzó a acariciar la zona en donde quedó la marca del pellizco-. ¿Te duele, amor? -me sonrió con aquellos ojos que habitaron en mis sueños estás dos noches que llevo conociéndola, parecía estar disfrutando de esto.

—Estoy bien, gracias -sentí mis orejas calientes, ¿por qué tengo que ser tan niña en los que respecta a las niñas? Dios.

—Que asco -dijo Rose, pero la escuche muy lejos, los ojos de Steve hoy brillaban y tenían una luz que no había visto los otros días, ella se veía feliz, de la forma en la que una hermosa persona como ella se lo merece-. ¿Incluso me estás escuchando, Ty?

Steve rodó sus ojos, oh-oh esto no puede ser bueno.

Antes de que Steve dijera algo la interrumpí.

—¿Podemos hablar después, Rose? Estás haciendo un espectáculo y esto puede terminar muy mal, no te preocupes no salgo con Steve -dije y la mire para comprobar mis palabras y Steve hizo un puchero mientras murmuraba algo entre dientes.

Rose bufó y se fue echando humo por los oídos.

—Ella gusta de ti -dijo Steve mientras la veía marcharse-. está loca por ti, la loca.

Luego se rió. Y me sentí liberado, me sentí... mejor.

—¿Me puedes explicar por qué todo el mundo me observa como si fuera un extraterrestre? -pregunté sonriendo, mágicamente mi humos cambio, me estoy empezando a preocupar de mí mismo, estoy siendo muy estúpido.