Capítulo 2: Muchas cuestiones...

865 99 41
                                    

Sintiéndose frustrado y enojado por su reciente fallo, el príncipe Leon se encaminaba directamente a su habitación. En esos momentos no quería ver a nadie y mucho menos entablar una conversación, simplemente deseaba reflexionar sobre lo que le había sucedido.

Pero hoy definitivamente la suerte no estaba de su lado y pareciera que los dioses conspiraron en su contra, así que su ilusión pronto se vería afectado por algo, o mas bien, alguien.

—Perfecto... Primero Marx me descubre y después no puedo decirle a Kamui lo que siento —masculló mientras fruncía el ceño.

—¿Por qué dices eso, hermanito? —Preguntó una voz bastante conocida detrás de él.

Al darse cuenta de que Elise le hacía compañía, rápidamente cambió su semblante por uno más calmado y que demostrara seriedad. La presencia de la menor lo había tomado por sorpresa, ¿tanto era su ensimismamiento que se mantenía totalmente alejado de la realidad?

—Elise, ¿cuánto tiempo llevas aquí, eh?

—No mucho —respondió ella, con una gran sonrisa—. Sólo pasaba por este lugar, ¡y te encontré! Por cierto, te veías molesto. ¿Qué pasó?

—Nada importante —mintió sólo para que su hermanita dejara de cuestionarlo, aunque el resultado que obtuvo fue todo lo contrario.

—¿Tiene que ver con Marx y Kamui?

Le resultó un poco complicado ocultar su asombro por la última pregunta, de verdad que no la esperaba. Iba a interrogar a la pequeña pero entonces recordó que su murmullo fue escuchado por ésta. Tratando de no sonar tan fastidiado, Leon decidió continuar con la conversación que posiblemente se volvería incómoda.

—En gran parte.

—Entiendo... ¿Puedo saber por qué? —Elise estaba mostrando bastante interés por el tema, justo lo que el príncipe quería evitar y que desde luego tampoco consiguió.

—No —esa cortante respuesta debía ser suficiente para silenciar a la rubia tan curiosa que tenía como familiar, ¿cierto?

—¡No se vale, hermanito! —Reprochó ella, inflando las mejillas, acto que tuvo como consecuencia que Leon curveara los labios levemente. Esa niña era tan tierna e inocente incluso cuando se enojaba—. ¡Yo quiero enterarme de lo que ocurrió! Y más si tiene que ver con mi hermanita Kamui —después de esas palabras hubo silencio, mismo que no duró más de cinco segundos ya que la menor volvió a hablar, con el rostro iluminado—. ¿O quieres que le pregunte a ella?

—¿E-eh?

Entonces se puso un poco nervioso, se le presentó un nuevo inconveniente y tenía que encontrar una solución lo más pronto posible, o al menos antes de que Elise fuera con su hermana para tratar ese asunto. Sabía que Kamui simplemente se iba a confundir cuando la princesita dijera: "Leon estaba molesto por algo que pasó con Marx y contigo", y al desconcierto habría que sumarle un pequeño disgusto.

«¿Ahora qué le digo?», pensó, con gran descontento. «Cometí un terrible error al contestarle lo primero...»

Pero aun después de tantos infortunios que sufrió el joven en el transcurso de la mañana, la ayuda que comenzaba a anhelar con desesperación por fin apareció: Camilla llegó a su rescate.

—Elise, creí que tenías que terminar tus deberes.

Los dos menores dirigieron su vista a donde se supone venía la voz, no muy lejos de ahí visualizaron a la primera princesa de Nohr que les sonreía con simpatía. Al cabo de un rato la rubia se encontraba junto a ella platicando muy alegre. Leon se mantuvo en su mismo lugar mientras las chicas conversaban sobre asuntos a los que no les tomó importancia y por eso no logró escuchar de qué se trataba.

❀℘ TE QUIERO SOLO PARA MÍ | REVISANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora