C u a t r o.

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Shawn Point Of View.

Demoramos cinco canciones y media de Maroon 5 en llegar a un ¿Hospital? no sé qué era aquello. Era más bien como una clínica, paredes decoradas hace años -por lo visto- de color crema suave, bueno, al menos no era blanco.

Había un diminuto pasillo, con manchas de humedad por todos lados; después una pequeña sala de espera, y dos puertas a la derecha.

Había una señora detrás de un escritorio y la única muchacha, una morena con un vientre apenas abultado acababa de entrar en una de las puertas.

Que Dios me perdone.

Escuché un débil sollozo y descubrí a mí -ya no mía- chica llorando. La atraje y besé la corona de su cabeza. No había nada que decir.

Quería que el tiempo pasara, ya, quería cerrar los ojos y encontrarme en dos años después. Dónde recuerde esto como una pequeña piedra en mi camino. Vaya piedra...

Dentro de un tiempo iría a prepararme para ser alguien, algo importante. Un gran doctor que salvara vidas; que irónico.

¿Alguna vez sintieron una mirada penetrante que les incomoda? Allí estaba la señora del escritorio, me miraba con curiosidad, pero me molestaba, no quería dar lástima, no necesitaba la pena de nadie.

-No quiero que te vayas.-susurró bajo. Acaricié su cabello y suspiré.

-Nos volveremos a ver, mi amor.

Estúpida clínica. Estúpida mujer, seguía mirándonos.

-¿Se le ha perdido algo?-zorra metiche de mierda.

¡Me estaba tomando el pelo! Si no fuera mujer probablemente estaría estallando mi puño contra su cara. ¡Estaba sonriendo!

De acuerdo, necesitaba calmarme.

-¿A mí?-cuestionó la mujer del otro lado del escritorio. Sonrió mientras apilaba los papeles en la mesa y acomodó sus lentes.-Para nada, en cambio ustedes están a punto de perder lo que puede ser lo más importante de su vida.

Suficiente.

Iba a pararme, juro que lo iba a hacer, pero salió un hombre con una planilla mencionando el primer apellido de Alexis.

-No quiero, Shawn, no quiero.-lloró y se aferró a mí.-No dejen que nos hagan nada, Shawn ¡Por favor!

-No te harán nada, lo prometo. Mírame, mírame, Alex-tomé su húmedo rostro entre mis manos.-Pronto olvidaremos esto y seremos felices, como siempre Alex, entra ahí, inténtalo, por favor.-negó llorando y se separó.

Cuando aquella puerta blanca se cerró me maree, no podía respirar bien. Sabía que los minutos estaban pasando, pero en mi mente se reproducía el sonido de la puerta al cerrarse una y otra vez.

Fue ahí cuando me di cuenta de que jamás olvidaría de esto, podía irme al fin del mundo, alejarme de todos, pero ese recuerdo seguiría en mí, y solo había una forma de evitarlo.

-¡Déjeme! ¡Voy a detener esta mierda! - lloré, en serio lo hice. Ese llanto descontrolado, cuando tu respiración no coordina con tus lágrimas, cuando tu garganta se seca y tus ojos duelen.

-Tranquilo, hijo. -habló detenidamente la mujer.-Aléjate si no quieres ver la peor imagen de tu vida.

-Están matando a mi bebé.

-Tú lo quisiste así.

-¡No!

-Escucha, deja ya estos berrinches de niño rico. Veo esto todos los días, créeme que no hay nada peor que saber que aquí terminan vidas que ni siquiera comienzan. La vida nos presenta dificultades, unas más grandes que las otras, a veces tomamos el camino más fácil porque creemos que es lo mejor; este bache en tu camino te dolerá ahora y siempre, y te lo mereces, ella también lo merece. Mañana o dentro de unos años, cuando tengas otro hijo, lo verás correr por el patio trasero de tu casa y pensarás que pudieron ser dos, después imaginarás una vida sin ese hijo, y te atormentará. Pero ahora debes pensar en solo una cosa y eso es tratar de salir adelante y tratar con toda tu alma de no cometer el mismo error dos veces. Te recomiendo que vayas a esperarla, afuera.

Asentí.

-¿Cuánto cree que demore en...en..?

-No lo suficiente. Más rápido de lo que se debería.

Cuando caminé me di cuenta de que mis piernas temblaban al igual que mis manos. Y mi voz, sentía que no era mía, el antiguo Shawn no haría esto. Me gustaría ser como esos adolescentes que son capaces de salir adelante siempre. No era que me costara sonreír, me costaba hasta fingir una sonrisa.

(...)

La puerta del auto se abrió y cerró rápido. ¿Cuándo me había dormido? Llevé las manos a mis ojos y noté mis párpados más suaves y un poco abultados, espero que nadie se de cuenta de que he llorado. Encendí el coche.

-¿Estás bien?

-No hay bebé.

Asentí y aceleré.

____________

Me gustaría saber si les está gustando.

Preguntas:

1. ¿Qué creen que va a pasar a partir de ahora?
2. ¿Piensan que es lo mejor que Shawn se vaya?
3. ¿Me quieren?
4. ¿Que les parece esta historia?

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