Capítulo 2: Sus pertenencias

115 10 1
                                    

Ya lo tengo decidido, me robaré algunas de sus pertenencias. Iré a su casa, que esta a dos casas de la mía. Hoy es domingo, no empezaron las clases aún. El caso es que Taro-kun se va los domingos a un lugar, no recuerdo donde. Se va algo lejos, así que podré entrar a su cuarto sin preocuparme, ya que su madre trabaja todo el día, por lo que vi.

Llego a su casa, espero detrás de una pared hasta que se vaya y entro por la ventana a su habitación... O al menos creía que era su habitación. Su madre está  durmiendo en una cama con sabanas rosadas,  a lo que me lleva a pensar que es el cuarto de ella. Creí que su madre trabajaba... Tal vez no los domingos, porque claro, un domingo no se trabaja. No lo pensé. Okey, no importa. Iré con sigilo hacia la puerta y buscaré la habitación de Taro-kun. Cuando llego a la puerta, su madre suelta un ronquido y me asusté, pero no ocurrió nada más que eso. Al lado de la habitación de su madre, hay una puerta blanca que podría ser su cuarto. Pero no, es el baño. Aunque, ahora que lo pienso, tomo su cepillo de dientes y salgo rápidamente. Al lado de el cuarto de baño, hay una habitacion que parece de una niña, debe ser de su hermanita que va a primer año de secundaria. Luego hay una última habitación, debe ser la de Senpai. Entro y me digo a mi misma "Estoy en la habitación de Taro-kun". Sólo hay una cama y un cajón. Sobre el cajón hay una bandita, que todavía tiene algo de su deliciosa sangre en ella, también hay una manzana mordida por él. Me las llevo, salgo de la casa por la ventana y corro hacia mi casa.

Al entrar a mi cuarto, pienso que debería hacer una especie de altar, en la esquina de mi habitación. El día de la ceremonia le hice una foto y la encuadré, la pondré en el centro del altar. Luego, las tres pertenencias alrededor de su foto y por último, le pondré velas. No sé exactamente porqué, pero se ve bien. Se hace de noche, enciendo la televisión y me acuesto en mi cama, contemplando el altar. Trato de dormirme, pero no puedo dejar de pensar en mi senpai...

Amor PsicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora