CAPITULO 3- Mio

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VETERINARIA:

New York

"Donde encontraste a este cachorro?" preguntó suave Niklaus, mirándoles seriamente desde el piso en donde se encontraba con el cachorro.

"Por las calles de ...." Stefan contestaba pero se detuvo, había gato encerrado.

Caroline frunció el ceño al igual que Stefan.

Como sabía que lo encontraron y no lo compraron o adoptaron?, pensaban ambos.

Niklaus tomó en brazos al cachorro y aunque esa nueva familia que tenía el cachorro se muriera sin él, Phantom era suyo. "Va a sonar esto extraño, tal vez no me crean, hace un par de meses mi hermano kol perdió a mi cachorro, un Golden retriever con manchas de tinte rojo por el trasero, tengo fotos, podría mostrárselos, por eso creo que este cachorro es...." Klaus se detuvo, y no por la expresión de confusión de Stefan, sino por la expresión de la rubia.

Mio, continuo en su mente.

Caroline puso todo en su sitio, y captó lo que iba a decir. Su rostro de enojo, pasó a asombro y luego se tornó en aflicción mesclada con temor.

"No, porfavor" susurró Caroline "Es todo lo que tengo" le dijo tomándole de la mano y mirándole a los ojos.

Klaus pudo notar el terror en los ojos de la joven. Se sentía culpable, por causar ese dolor en ella, quien parecía un ángel tan puro.

Y era cierto, Caroline pasó por mucho esos últimos años, el accidente de su padre, las peleas, agresiones y amenazas de su ex novio, el dolor de que este le engañara con la secretaria de su Madre, el dolor que sintió en su bajo vientre al verlo en pleno sexo con esa zorra Hayley, el dolor al ver que ella misma estaba sangrando, el dolor al recibir la noticia de que estaba embarazada de tan solo un mes, y al decir estaba es ESTABA, lo había perdido por aquel shock emocional. Su mundo se hizo pedazos, dejo a Tyler y se dedicó a solo estudiar e ir al hospital a practicar o a ver a su padre que estaba en coma. Pero todo empeoró cuando su padre despertó y no la reconoció, la niñita de papa desapareció. Y la depresión cayó en ella, pero nunca se mostró triste ante los demás, encubría su tristeza con risas. Si no fuera por Stefan , su amor secreto de Internet Teddy Bear y ESE MARAVILLOSO CACHORRO, su mundo sería dolor.

Quería regresar a su casa a Phantom pero si lo hacía, se iba a sentír miserable toda la vida. Solo había algo por hacer, el bienestar del cachorro por encima de todo.

"Me gustaría ver donde vive" dijo firmemente un poco rudo, por lo que trato de suavizarlo "Para ver si .. es feliz"

Los ojos de Caroline se llenaron de Esperanza, y le dio la más pura y genuina sonrisa.

Si Klaus no estuviera enamorado de su amiga de internet C.upcake, se hubiera enamorado ahí mismo de aquella chica llamada Caroline. Tenía la sonrisa más hermosa del mundo. Y se sintió dichoso de haber originado esa sonrisa.

Si supiera que C.upcake y Caroline son la misma personaaaaa...

"Por.. por supuesto, yo amm, tengo que darle una tarjea de vacunación al doctor y... si gustas, te llevo a que conozcas donde vive." Dijo tartamudeando, claramente nerviosa. Se cogía el cabello rubio, que olía a cítricos, su olor favorito. Claramente mostrando su personalidad de ella.

Niklaus sonrió, y por primera vez se fijó bien en aquella lluvia bajo el vestido azul que le cautivo.

La miro intensamente de pie a cabeza una y otra vez.

Tenía, el rostro más angelical que había visto, risos como el oro, ojos verde profundos como el jade rodeados de matices azules, pestañas enormes, los labios rosas y con solo aquel brillo que tenían, se veían totalmente besables y apetecibles. Alta, por lo menos 1,70. Pechos perfectos, cabían exacto en sus manos si calculaba bien, buenas curvas y unas piernas bien formadas, largas y preciosas, y se imaginó, como sería tener esas piernas alrededor de su cintura, mientras la penetraba hasta llevarla a la gloria?

Que tal un amor en líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora