Capitulo 1. "Tu no puedes salvarme"
A veces me entraban esos síntomas grandes de depresión; donde sentía que no podía más, ciento que ya no puedo más. Llorar todos los días y sentirme como una inútil no era algo que me enorgulleciera pero sin embargo ya me estaba acostumbrando a ello.
Las sabanas negras rodean mis pies, y lanzo un sollozo no me he querido parar todo el día. Escucho la puerta abrirse y veo el reflejo de Justin recostado al umbral de la puerta, intento sacar una sonrisa sin mostrar los dientes, y él me mira.
—Hola. —Dice— ¿Puedo pasar?
—Sabes que si puedes.
—Vale—Dijo entrando y se sentó en una esquina de la cama, me limpie los cachetes mojados con una toalla que tenía al lado, él ya me había visto llorar mil y unas veces, no era tanto. — ¿Cómo te sientes?
—Sabes como me siento.
—Amaneciste bastante seca hoy, ¿no? Pero este bien—Asiento y lo miro, sus ojos mieles me miran fijamente, y me muerdo el labio, no se ni lo que quiero, no se por que me porto como una mierda con las personas que mas quiero, pero no les quiero hacer daño, quizás eso es todo.
— ¿Por qué haces esto?—Le pregunto de pronto mirándolo, el baja la cabeza y lanza un respiro pensando bien su respuesta—Tu no puedes salvarme.
—Shh, no quiero que pensemos en eso ¿Vale?, yo me enamore de la _____ Que no le tiene miedo a nada, si esto me duele, pero me enamore como...
—Si fuera una persona normal.
—No quiero hacerte daño, ¡Les hago daño a todos las personas que están a mí alrededor maldición! A mi padre, seguramente ahorita esta ahogándose en el alcohol por que su única hija va a morir, ¿A mi madre? Haciéndose la fuerte en esta situación. ¿A Merry? ¡Quedo hasta embarazada y ni siquiera podre conocer a mi sobrino! Y a ti. Joder...—Le digo mirándolo, me ahogo en las palabras y ya no puedo seguir, las lagrimas vuelven a invadirme y siento su mano a mi lado apoyándome, y lloro en su hombro, como nunca lo había hecho, mientras este me soba la cabeza dice cosas que no logro descifrar odio estar débil, odio mi vida, odio el cáncer, odio toda la mierda que tengo—Odio sentirme tan llorona.
—Lo arreglaremos, ¿okey? Esta noche quiero verte como aquella chica que yo conocí hace un par de años, y que se moría por tener la cita de en sueños, hoy la tendrás, nada de médicos, nada de cáncer, nada de llorar, solo tu y yo, ¿aceptas?
