Capitulo 30

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  Kai hizo sonar el timbre una, dos, tres veces, _____ no contestó y sintió un nudo en el estómago, ¿estaría en casa? A lo mejor no estaba, o tal vez lo estaba ignorando. Se sentía cansado y extraño.
No podría creer todo lo que había cambiado su vida desde que había conocido a _____ apenas unos meses atrás.
Había cambiado casi radicalmente.
De querer salir una noche con una mujer diferente había pasado a querer compartir su vida con la mujer que había llegado como un terremoto, interfiriendo en todo aquello relacionado con él, le había espantado a una chica nada más conocerlo, y no había sido la última. Se había enfadado al principio, pero debía de reconocer que le había encantado, toda ella le había fascinado. Su descaro, su carácter ardiente, su espontaneidad, pareciera que hiciera las cosas sin pensar, lo que se le ocurría lo hacía; y le encantaba.
Poco a poco se había acostumbrado a ella, hasta el punto de necesitarla, aquella tregua había servido de mucho, pues se habían compartido en amantes, todo iba genial, hasta que él le había dicho que la amaba.
Quizás no debería habérselo dicho.
Si se hubiera callado seguramente podría seguir disfrutando de ella, de su compañía. Pero por otra parte se sentía aliviado al habérselo dicho.
Había acudido a su casa para decirle que no le exigía nada, todo podría seguir como antes. Pero ella no contestaba.
Y él sentía un enorme vacío...
Esperaba que no se hubiera ido.
Si se había marchado... no sabía que haría.
Después de esperar un poco más, y volver a llamar al timbre sin éxito alguno, dando un suspiro metió la llave en la cerradura de su casa.
Cerró la puerta y encendió la lamparita de la mesilla, el suave sonido de una respiración profunda llamó su atención dirigió la mirada al sofá, y se encontró con el precioso rostro de su vecina. Su corazón dio un vuelco.
Seguramente se había quedado a hacerle compañía a Sunny.
Se asomó a las habitaciones y no encontró rastro de su prima, por lo cual volvió al salón, y se sentó en el borde del sofá, contemplando suave rostro de su chica. Sin poderlo evitar alargó la mano y le acarició la piel suave de su cara.
Tenía marcas en las mejillas de las lágrimas y rogó por no ser el causante.
La cargó en sus brazos para llevarla a la cama, _____ se removió en sus brazos, nerviosa.
-No –dijo _____ revolviéndose- no, no, no –gritó con voz cortante- no me puedo ir, tengo que decírselo.
Kai se puso nervioso, era obvio que _____ estaba teniendo una pesadilla, comenzó a caminar y la llevó a su habitación, donde la dejó en la cama mientras le susurraba suaves palabras de calma.
-Ya, _____, tranquila.
De pronto _____ abrió los ojos y se incorporó en la cama.
-No, –dijo- lo amo –añadió, y a Kai se le encogió el estómago.
-Ya está, cariño, estabas teniendo una pesadilla.
-Oh, Kai –lloriqueó ella, y colocándose de rodillas lo abrazó- soñaba... creía... oh, Kai.
-Ya está, cielo, tranquila.
-Era horrible.
-Pero era una pesadilla. Ya no pasa nada.
-¿Sabes? Mi pesadilla ha estado a punto de convertirse en mi realidad, por ser estúpida.
-No digas tonterías –la regañó él.
-Es verdad, por miedo casi te pierdo.
-No me puedes perder. Te amo, y aunque no me ames, no pasa nada... no te pido nada.
-Te amo –dijo ella, conmovida en un susurro.
-De verdad... espera, ¿Qué has dicho? –preguntó confundido.
-Que soy una tonta, y debí de decirte antes, que te amo.
-¿Me amas? –preguntó como si sufriera sordera.
-Kai, si, te amo. Te amo, te amo, te amo.
-Uff –resopló él.
-Vaya... ¿es todo lo que me vas a decir? –preguntó ella haciéndose la ofendida.
Él la abrazó y la besó.
-¿Quieres casarte conmigo? –le preguntó.
-¿Qué? Yo... ¿hablas enserio?
-Jamás he preguntado nada tan enserio.
-Yo... no se que decir... -vaciló ella.
-_____... puedes tomarte el tiempo que quieras para pensarlo. No hay prisa.
-¿Y si no sale bien? –preguntó mordiéndose el labio nerviosamente- ¿y si te cansas de mi?
-Eso es imposible, pero esperaremos un poco...
-Si –dijo ella- si, si quiero casarme contigo.
-Te amo –murmuró él tomándola entre sus brazos.
-Y yo a ti –declaró ella mientras lo besaba.  


Jugando con fuego Kai y Tú (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora