~ Capitulo 01 ~

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- Brooklyn 1984 -

Los constantes y afanados pasos hacían eco por todo el lugar, mujeres encargadas del cuidado y aseo de la elegante mansión corrían de un lugar a otro organizando hasta el último rincón para la próxima llegada de los soldados, quienes después de seis largos meses regresaban a la ciudad guiados por el General Wotan Odinson y el Ingeniero Armamentista Howard Stark. Los dos hombres mas poderosos del país vivían a la salida de la ciudad en un pequeño pueblo rodeado de bosques en donde dos enormes casas o mas bien mansiones habitadas por sus familias y servidores los esperaban con ansia.

En la estancia de la residencia de los Odinson, se encontraba la esposa del general Wotan quien con su dulce voz tarareaba una canción al ritmo en que sus pies se movían mientras sus brazos acunaban el cuerpo de pequeño niño de siete años; Frigga Fiorgynson era una hermosa mujer de piel clara con hermosos cabellos castaños, ojos azules y edad cercana a los treinta, conocida por su gracia y poder de liderazgo siendo siempre la mano derecha del general. El niño que se encontraba entre sus brazos era de cabellos dorados y ojos color zafiro, estaba vestido con un pantalón negro, una camisa de gala color azul claro, un cinturón y un chaleco en punta que le llegaba a la mitad de la pierna, ambos de color negro y acompañados con adornos Venetian; su nombre era Thor Odinson, hijo del General y de la mujer quien lo sostenía. La mirada del pequeño se elevó para encontrarse con la de su madre, Frigga le devolvió la mirada, le dedico una tierna sonrisa y lentamente lo bajo hasta que el pequeño se mantuvo en pie.

- ¿Mami? - Se escucho la aún aguda voz de Thor.

- ¿Si, mi amor? -

- Cuando regresara papá? - La pregunta la soltó mientras miraba fijamente a su madre, Thor era un niño extrovertido y fuerte, se relacionaba fácilmente y continuamente se le escuchaba reír y jugar por toda la mansión. En respuesta Thor recibió una mirada sonriente.

- Tu padre regresara mañana, tienes que estar preparado para recibirle - El pequeño asintió varias veces con entusiasmo y una sonrisa de mero placer.

Frigga revolvió los dorados cabellos de su hijo con ternura y una de las domesticas se acercó presentándose en una noble reverencia.

- Madame, siento interrumpirla para anunciarle que la Sra. Stark acaba de preguntar por usted -

- Déjala pasar - Ordenó y vio a la joven retirarse.

La figura de María Stark cruzo el umbral dejando ver su ondulado cabello negro, su piel era de un suave tono canela y sus ojos de color esmeralda, ella y Frigga eran grandes amigas desde hacía tiempo, compartían la preocupación por sus esposos y se acompañaban mientras estos se encontrabas lejos de sus familias. Se acerco sonriente saludando a Frigga con un beso en la mejilla y se agacho para acariciar los cabellos de Thor.

- Como estas María? -

- Muy bien gracias, como están tu y Thor? -

- Excelente - Los azulados ojos de Frigga brillaron - Thor esta emocionado con la llegada de Wotan y podría asegurar que tu hijo se encuentra en la misma situación - Dicho esto por su parte, Thor se acerco a María y jaló su falda suavemente con el propósito de obtener su atención.

- ¿Donde está Tony? - Escuchó María al bajar su mirada en dirección al pequeño rubio.

- Puedes buscarlo en el jardín - La mujer de ojos esmeralda mostró una sonrisa y el pequeño se apresuró a salir por la puerta trasera.

En el jardín de la mansión Stark, un pequeño de cinco años de piel morena, cabello castaño oscuro y ojos peculiares pero mayormente vistos de color miel, se hallaba sentado bajo un manzano lanzando avioncitos de papel que el mismo hacía con hojas que arrancaba con poca paciencia de una pequeña libreta de cuero sobre sus piernas; Anthony Edward Stark era hijo del Ingeniero Armamentista más reconocido en América y nombrado en el resto del mundo, su madre era María Stark, una mujer dulce, hermosa y de gran ingenio.

Tony suspiró profundo, la monotonía de sus acciones empezaba a aburrirlo después del doceavo avioncito de papel. El sonido de las hojas secas crujir bajo fuertes pisadas llamó su atención, levantó la mirada y se encontró con la figura de su amigo que corría en su dirección con una sonrisa.

- ¡Tony! ... ¡Tony! - Gritó el rubio mientras se acercaba a su compañero desacelerando hasta frenar en seco frente a él, al hacerlo, se encorvo con sus manos sobre sus rodillas en el intento de recuperar el aliento. Tony lo miró con burla.

- ¿Por qué corres? - Su mirada bajó para continuar el trabajo a medio hacer con la hoja de papel.

- Quería llegar lo antes posible -su respiración continuaba agitada mientras se recuperaba del reciente esfuerzo físico - ¿Qué haces Anthony? -

El de cabellos dorados analizó las acciones contrarias.

- Juego fútbol, ¿no ves? - El sarcasmo destacó en la respuesta, usualmente el humor cruel, irónico y obvio era característico en el pequeño y en algunos casos llegaba a representarlo. Thor lo miró confundido sin entender la respuesta y Tony notó la inocencia en la mirada de su compañero - No seas tonto Thor, estaba siendo sarcástico - El hijo del General apretó los labios y espero alguna invitación al juego, Tony lo observó de reojo repetidas veces, Thor respondía con la misma acción, luego de unos largos y silenciosos segundos, Anthony soltó un fuerte suspiro y se puso en pie, el contrario no tardó en sonreír victorioso y gritar con entusiasmo retando al moreno.

- ¡Una carrera de aquí al salón principal! - Antes de siquiera terminar, ya se encontraba en dirección a la mansión de los Stark, Tony frunció el ceño y salió a correr tras el rubio, estando ya dentro de la casa se agacho recuperando el aliento y Thor río a carcajadas.

- ¡No es justo Thor! ¡Hiciste trampa! - Reclamó con enojo el pequeño de ojos miel, Odinson le sonrió en respuesta y acompañado de Tony caminó en dirección a la cocina en donde tomaron algunas galletas aprovechando que las sirvientas estuvieran ocupadas en otros quehaceres, durante toda la tarde los dos pequeños corrieron por toda la casa entre risas y juegos, tomaban como escondite los distintos aposentos del lugar, se divertían con los juguetes extrañamente modernos de Tony, realizaban bromas a las criadas y de vez en cuando tomaban pequeños tiempos libres del juego para hidratarse o dedicarse por algunos segundos a conversar sobre la próxima y muy esperada llegada de sus padres, Tony y Thor eran grandes amigos desde muy pequeños gracias a que sus padres también lo eran. La noche llego rápidamente y Frigga llamó a Thor para que se despidiera de Tony.

- Nos vemos luego Stark - Se despidió el de ojos claros con voz cansada a causa de larga y cansada tarde entre juegos y él contrario le respondió levantando su mano y moviendola de un lado a otro.

- Vamos Tony, tienes que descansar - María tomó tiernamente la mano de su hijo y Tony la siguió obediente hasta su habitación, la mujer con delicadeza ayudó a su hijo a prepararse para descansar, lo acomodo entre las suaves sabanas, y se despidió con un tierno beso que dejó en su frente.

- A que hora llegara papá? - Pregunto Tony con una voz tierna y Maria le miró sonriente.

- Estará aquí en la mañana, por eso tienes que dormir bien -

- Te quiero mamá - La voz adormilada de Tony creo una sonrisa en el rostro de su madre.

- Y yo a ti mi pequeño genio - María apago la luz del cuarto de Tony y salió de él cerrando la puerta, se dirigió a su habitación dispuesta a descansar para recibir a su esposo de la mejor forma y antes de cerrar sus ojos, soltó un suspiro de felicidad al saber que su familia estaría reunida de nuevo.

Time Of Our Lives - Thorki And StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora