Era de noche, una noche fría y oscura de esas que te dan el presentimiento de que algo malo va a pasar, y para colmo comienza a llover; buen momento para intentar huir.
Dos chicos van corriendo intentando no hacer ruido, el chico alto, robusto, de cabello castaño; sube por una cerca...
Vamos An, tienes que apurarte, no tarda en sonar la alarma.– Justo cuando acaba de decirlo suena y se encienden las luces.(Que buena suerte tiene).
¡¡Te lo dije, te lo dije!! No podemos escapar... Debimos quedarnos con los demás y esperar nuestro fin. – La chica era casi tan alta como él, rubia de cabello rizado.
Estas loca – Baja la cerca para estar frente a frente con An. – Ellos se esforzaron para que nosotros saliéramos... y ¿te estas arrepintiendo? No puedes An, no puedes... ahora sube la cerca.
Diciendo eso la toma de la cintura y la alza para hacerlo más rápido. En cuanto bajan, devuelta a correr, esta vez más rápido, su única oportunidad de poder librarse de ese lugar es llegar al bosque.
Ya no puedo Nik... sigue sin mi... tendrás más tiempo. – Estaba exhausta, batallaba para hablar.
Si alguno de los dos se queda, seré yo, no tú. Eso tenlo muy en claro, jamás dejaré que regreses a ese lugar por tu voluntad y espero lograr que no puedan por la fuerza.
En eso se escuchan los guardias acercándose a ellos. Nik se acerca a An y la besa...Nik- por favor prométeme... prométeme que te mantendras lejos de aquí y cuidaras a los demás... si.
si pero... – ya no podía decir otra palabra, no quería separarse de él.
Él la abrazó con ganas de no soltarla jamás pero sabía que debía hacerlo; al separarse cada uno corre en distinta dirección, al llegar casi al bosque An escucha un ruido y al voltear solo ve un destello de luz; entra en pánico quiere regresar, quiere ayudar a Nik pero sabe que él no le perdonaría que regresara, por lo que se tranquiliza y se adentra al bosque...