Gracias a aquel dia...

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Estábamos mi abuelo y yo sentados frente a la chimenea. Hace unas horas atras habia terminado el pequeño funeral que le habiamos hecho. La casa seguia con ese silencio acompañado de tristeza. En todo el rato que llevabamos frente a la chimenea ninguno de los dos habia omitido palabra alguna. Entonces decidi hacerle la pregunta que me seguia rondando en la cabeza hace unos dias
- Abuelo, ¿como conociste a la abuela? - pregunte alzando la cabeza
El abuelo bajo la vista y me miro a los ojos
- Es una larga historia pequeño Tom...
Todo comenzó en 1959, desde muy pequeño me crie en las calles, no tenia a nadie, mi familia me habia abandonado y tenia que vivir en un orfanato. Un dia estaba descansando debajo de un puente y desde arriba se cayo un libro. Curioso fui a buscarlo y cuando mire hacia arriba para ver a quien se le habia caido, me encontre con una muchacha muy guapa, su cabello pelirrojo fue lo que mas rapido me llamo la atencion. Por unos segundos nuestras miradas se encontraron pero tu abuela la aparto rapidamente, escale el cerro con el libro aun en mis manos y camine hasta donde se encontraba. Le entregue el libro en sus manos y ella me agradecio con un pequeño "gracias", se que se habia sorprendido por mi aspecto y que lo mas probable que me temia, yo no era mas que un muchacho de 9 años que no tenia hogar. Simplemente asenti con la cabeza y me di media vuelta dispuesto a marcharme, el viento ya comenzaba a hacerse presente y tenia que buscar un lugar donde pudiera resguardarme de la lluvia que se avecindaba. No me habia percatado si tu abuela se habia ido o no, mire para atras a ver si se habia marchado y ya no estaba pero si habia algo tirado en el suelo. Una chaqueta negra con unos guantes se encontraban junto con algo de dinero, lo necesario para comprarse una comida. Tome todo del suelo e intente buscarla pero no la encontre, el dinero estaba sostenido por un pequeño papel que tenia algo escrito, lo abri y lei pausadamente: "Conserva el abrigo y los guantes hasta que nos volvamos a encontrar, pero si eso no sucede, guárdalos como un pequeño agradecimiento por lo del libro,
Lila"
Pasaron unos cuantos meses cuando una familia decidió adoptarme y comencé a ir a la escuela. Fue ahi cuando la volvi a ver, estaba riendo con sus amigas en el pasillo y nuevamente nuestras miradas se cruzaron. Al dia siguiente le lleve el abrigo con los guantes y tal como decía el papel se los entregue, comenzamos a hablar para poder conocernos mas y con el paso del tiempo nos volvimos muy buenos amigos. Pasaron los años y nuestra amistad cada vez se hacia mas fuerte, eramos como uña y mugre, pero habia un pequeño problema, ya con la edad de 15 años comence a sentir cosas por tu abuela y lo que menos queria era arruinar nuestra amistad con algo asi. Decidi sacarme un peso de encima y contarselo a una de sus mejores amigas, no alcance a terminar de contarle todo cuando practicamente me estaba empujando para que fuera a invitarla a salir. Era la primera vez que invitaba a una chica a salir y estaba muy nervioso, me acerque a paso lento y se lo dije. Al instante en que termine la pregunta se le iluminaron los ojos y una gran sonrisa se apodero de su hermoso rostro, tome eso como un si y me marche no sin antes despedirme de ella. Pase todo lo que quedaba del dia pensando en que poder hacerle, tenia pensado en comprarle unas lindas lilas y llevarla a algun lado. No se me habia ocurrido nada hasta aqulla mañana del mismo dia en que teniamos la cita, prepare todo lo que tenia planeado una hora antes y cuando ya estaba completamente listo todo, fui a buscarla. Jamas la habia visto mas feliz en toda mi vida y aunque no lo creas pequeño Tom, a partir de ese preciso momento ambos supimos que sin el otro no eramos nada. Pasaron los años pero con una gran diferencia esta vez, ahora eramos novios, estabamos de aniversario y la iba a llevar al mismo lugar en el que fue nuestra primera cita, donde comenzo todo. Ibamos en un taxi porque aun no conseguia mi licencia de conducir, estabamos converzando alegremente cuando sucedio todo muy rapido, lo ultimo que pude alcanzar a ver fue a tu abuela chocando fuertemente con la ventana. Una semana despues desperte en el hospital y me contaron todo lo que habia ocurrido, Lila estaba en coma y no sabian cuanto tardaria en despertar. Aquel mismo dia la fui a ver, no aguante con el dolor de verla conectada a tantas maquinas y no encontre mejor manera que marcharme...
- ¿Y que sucedio despues abuelo? - pregunte curioso
- Le escribi una carta, creo que tu abuela aun la guarda
Subimos a la habitación de mis abuelos y del pequeño cajón que se encontraba a un costado de la cama, saco un desgastado sobre amarillo
" Lila,
Lo mas probable es que si estas leyendo esta carta ya abras despertado, no se si me recuerdes o simplemente te hayas olvidado de mi. No soporte el dolor que me causaba verte conectada a todas esas maquinas y el saber si algún día despertarías, y si lo llegabas a hacer, si me recordarías. Quisiera estar ahora a tu lado y poder decirte cuanto te amo pero elegí la opción mas fácil que tenia y me marche. Siento mucho no estar a tu lado, lo mas probable es que en este preciso instante ni siquiera sepa si despertaste o no. En el caso que no me recuerdes te deje una pequeña caja con algunas fotografías nuestras y tambien te escribiré el nombre de algo que probablemente no hayas olvidado, Hamlet. En el caso que nos volvamos a ver solo tu sabrás que entregarme y ahí sabré que no me has olvidado, pero en el caso que eso no suceda, guarda todas las fotografías que te he regalado con esta carta y conserva las como un pequeño recuerdo de aquellos años que fueron solo nuestros.
Siempre tuyo
Lucas"
- Exactamente un año después, me encontraba debajo de aquel mismo puente en el que la había conocido. Pensando y pensando no me percate que un libro se había caído, lo tome y mire para arriba encontrándome con aquella cabellera que tanto extrañaba. Como siempre, estaba sonriendo, aquella sonrisa que te alegra el día, no dude ni un segundo y subí para poder entregárselo. Y tal como lo esperaba, ella me entrego la chaqueta con los guantes, tal y como lo hizo aquel día, este mismo día...

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