diez.

482 53 0
                                    

al día siguiente la fui a visitar a su casa y me quede un rato con ella. se le veía desanimada, pero no demasiado. aun así, ella ya no era la misma, pero la seguía amando, la seguía amando como si aun fuera esa chica que recogía todos los días un gato.

cats ; lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora