Capitulo 3: Investigaciones extrañas

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Aquella conversación que tuve con Sebas fue muy extraña, principalmente por lo que me pregunto y por lo que me dijo.

Ahora soy yo la que me estaba preocupando por él.

Salí de mis pensamientos gracias a unos pasos apresurados que se escuchaban por el pasillo, después de unos segundos que la doctora se había ido, vi a Diana con los brazos cruzados y con la respiración agitada

- ¡¿Ahora que hiciste?!- Se acercó y se sentó en la silla que estaba a mi lado- ¿Qué te paso? ¿Cómo te paso? ¿ Quién fue? Si fue Sebástian juro que le partiré la cara- Le tape la boca con mi mano-.

- Cállate- Dije cansada- Me desmayé, el sol era horrible y me excedí mas de lo que podía, ahora deja de hacerme preguntas o sino la que te va a partir la cara seré yo- Le quité la mano de sus labios-.

- Uh- Dijo insatisfecha- Pensé que había sido algo mucho peor-.

- Es que tu siempre exageras las situaciones- Puse los ojos en blanco cruzando los brazos-.

- Ja ja- Se rió sarcásticamente- Mira quien habla, Salina-.

Salina. Diane mas que mi prima una de mis mejores amigas. Cuando eramos pequeñas pronunciábamos nuestros nombres mal, ella me decía Salina y yo le decía Dayan, con el tiempo se nos fue olvidando, pero hace unos meses encontramos un vídeo donde nos decíamos así, desde entonces nos llamamos así de ves en cuando.

- No sabes lo que tuve que hacer para venir- Sonrió, marcándose sus hoyuelos- Le tuve que decir al profesor Martínez que me iba a dar un paro cardíaco en exactamente 3 minutos y que tenia que ir corriendo al hospital- Empezó a reír y yo también- Y este me creyó- Típico de Diane-.

- ¿Algún día podrás decir una buena mentira?- Me la quede mirando con una sonrisa-.

- Sabes que es imposible- Se puso a pensar- Adivina quien estaba aquí- La mire a los ojos en señal que no estaba para adivinanzas- Daniel- Puse una mueca- Daniel sprouse-.

-Sí claro- ella me seguía mirando con algo de seriedad- Se que bromeas-

-No, no bromeo- La mire a los ojos-.

-Si, si lo haces- Ella puso los ojos en blanco y saco su teléfono, lo utilizo por unos segundos y luego me lo dio,  había una imagen,aparecía un chico sentado en la sala de espera, preocupado y ese chico era relativamente Daniel- Que...Más o menos que hace el chico que me odia a muerte espe-

- Después soy yo la exagerada- Me interrumpió y luego puso los ojos en blanco- Si el estuvo aquí. Cuando yo llegue estaba sentado en la sala de espera. Después de que la enfermera dijo que habías despertado se fue.

- ¿Para que le tomaste un foto?- La miré asqueada.

- Sabía que no me creerías- Puse los ojos en blanco-.

- Total- Fui al punto- ¿ Por qué crees que el estaba aquí?-.

- ¿El te trajo, no?- Yo asentí- Es enserio Sabrina- Puse cara "Dime ya, maldita, acaso no ves que no sé"- Es muy obvio- Me quede callada- Tu le gustas-.


El doctor me recomendó que tuviera reposo durante el fin de semana pero ¡Quien esta en su cama un fin de semana! Debería estar entrenando o planificando algo con Sebas.

Según mi mamá la única manera de mantenerme quieta y metida en mi cuarto fue amarrarme a la cama. La mañana del Sabado me desperté con una cuerda en mis piernas y una en mi pecho bien sujetas a la cama, después de un rato mi madre me explico el porque.

Estar en la cama me ayudo a reflexionar mi manera de ser y de tratar a la gente. También como la gente me había tratado estos últimos días y quienes se preocupan por mi.

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